ATENCIÓN: INCLUYE SPOILERS DEL FINAL DE TEMPORADA Y PREDICCIÓN "A LO BRUTO" SOBRE LA T-7
Pues esto ya está. A otra cosa mariposa.
La sexta temporada de The Walking Dead se ha terminado y si pensábamos que se disiparían todas las dudas sobre Negan o el futuro de alguno de los personajes principales, estábamos equivocados, porque lo único que hemos conseguido es generar aún más incógnitas.
Lo cierto es que seis años son demasiados para una trama que, pese a alcanzar momentos álgidos al final de cada temporada, hace ya mucho que peca de decadente.
The Walking Dead se desinfla cada semana entre personajes que se repiten constantemente. No hay mucho que rascar: sencillamente, las historias se repiten. Siempre habrá un malo malísimo que dará por el saco llevándose a uno de los personajes principales de por medio y Rick, que se hace pesado hasta la saciedad con su complejo de Rambo, terminará deshaciéndose del personaje de marras.
Que sí, que sí, que nos hemos mordido las uñas esperando la aparición de Negan en un final del que ya estaba todo dicho. Sabíamos que uno de los peces gordos de la serie moría aplastado por Lucille, y era de esperar que nos dejarían en ascuas a la hora de saber quien sería el pobre bastardo.
Jeffrey Dean Morgan está genial como Negan y, desde luego, como su personaje vaticina al aparecer, nos meamos en los pantalones con su aparición. Pero poco más.
Tanta espera para un episodio en el que el 50% no interesa a nadie, con la trama de Carol huyendo en plan mártir... Siempre es lo mismo. Mucho relleno y poca chicha para una serie que debería haber terminado hace algunas temporadas.
¿Mi predicción sobre la temporada 7?
Negan putea al grupo. Algunos personajes secundarios la palman. Rick se venga a lo “Yo soy la Justicia”. Un personaje principal muere en el último capítulo y desde luego no será Rick. Algo que estaría muy bien para cambiar de tercio de una puta vez.
