Escribir con sangre no es complicado y además es muy terapéutico, como ha sabido expresar muy bien René en el artículo es dar salida a los demonios que nos atormentan. Lo que ocurre es que suele dar verguenza que nuestros conocidos lean según que cosas muy personales, por eso el uso del nick favorece que se publiquen más escritos hechos con sangre, así no sólo son terapéuticos para quién los escribe, sino también para todo aquél que al leerlos se identifica con los mismos demonios. Animo a autores y lectores a publicar sus relatos, poemas,... cualquier formato es bien recibido.