Imprimir esta página
Domingo, 25 Diciembre 2011 08:00

Los dos mundos de "Demian", de Herman Hesse

Escrito por  Publicado en Extractos de libros

CAPITULO UNO: "LOS DOS MUNDOS"

"Yo pertenecía por supuesto al mundo luminoso y recto, era el hijo de mis padres; pero dondequiera que tendiese mi vista o mi oído, encontraba siempre lo otro, y yo mismo vivía también en aquel otro mundo, aunque muchas veces me pareciese extraño e inquietante y acabase siempre por infundirme miedo y enturbiar mi conciencia"

"Mi salvación de aquellos tormentos me llegó de una parte totalmente inesperada, y con ella entró en mi vida algo nuevo (...). Se llamaba Max Demian".


Los personajes de Hesse encuentran siempre un guía que les ayuda en sus momentos existenciales. En "Bajo las ruedas" dicha ayuda se pone en entredicho puesto que arranca del bienestar que proporciona la inociencia del personaje y lo conduce a los abismos. Pensamos, ¿Es siempre bueno para todo el mundo ver el "otro mundo" al que se refiere Hesse? ¿Le sirve a todo el mundo?

En principio algunos pensamos que sí, aunque nos dirija a lo más oscuro de la vida. Otros pensarán que no vale la pena, que si uno es feliz en la ignorancia, mejor se quede como está. Y puesto que de vida sólo hay una, ¿Para qué vamos a malvivirla pudiendo gozarla en la total felicidad que nos brinda la imbecilidad?...

De todos modos, aunque pueda llegar a entender ambas versiones vitales, creo que para llegar a la iluminación, a la sabiduría, es preciso pasar por el proceso de opacidad. No hay sabiduría sin una percepción fidedigna del mundo en su totalidad. Es necesario el ver y sentir también el lado oscuro.

En Demian, el propio personaje se va dando cuenta de su propio lado oscuro que le va alejando cada vez más del seno familiar donde todo es pulcritud en apariencia. No olvidemos, sin embargo, que dicha pulcritud responde tan sólo a una percepción de Emil y no de una realidad. Pero ciertamente, todo niño ve a sus padres como el recto camino en la vida y sólo se desvía del mismo (algunos nunca lo hacen, por cierto) cuando su propio interior le va dictando sentimientos que no estaban en el guión.


Demian no sólo habla del lado oscuro del mundo, de su realidad, sino de los esfuerzos que hacen los personajes con tal de encontrarse a sí mismos. Ellos con ellos mismos y que llegan a ser ellos mismos en esta sociedad. Sociedad que, por otra parte, es severamente criticada por Hesse, como viene siendo la tónica en sus obras.

Demian habla de superación personal y puesto que trata, en su mayor parte, sobre la realización del individuo por asunción de su propia identidad, también habla de la superación del miedo a ser uno mismo puesto que ser uno mismo va ligado, en gran parte, con la no aceptación del fenómeno de masas.