Imprimir esta página
Jueves, 14 Enero 2010 09:46

Breves dedicatorias de amor y desamor (II): y yo de ti me enamoré.

Escrito por  Publicado en Rimas encadenadas
Los amantes de Teruel

Image by kurtxio via Flickr

La segunda entrega de breves dedicatorias de amor y desamor lleva por subtítulo "y yo de ti me enamoré" y en ella se encadenan rimas dedicadas a esas primeras declaraciones de amor, las que están envueltas de nerviosismo por la duda acerca de los sentimientos del otro. Son claras candidatas a ser dedicatorias en días de los enamorados (San Valentín, Sant Jordi,...).

Primera entrega: cuando olvidar es imposible.

Tercera entrega: cuando estoy contigo.


 

Nadie sabe que te quiero, nadie sabe mi sufrir,

nadie sabe que tú eres la razón de mi vivir.

 

Qué pena estar fingiendo, fingiendo que es sólo amistad

cuando yo siento por dentro que te quiero de verdad.


Unos dicen que estoy loc@, otros que estoy chiflad@,

pero nadie comprende que estoy enamorad@.


En --------- hay un@ chic@ que me ha robado el corazón

y aunque me robara la vida nunca le llamaría ladrón.


Para que no me olvides te voy a dar mi dirección:

vivo en la calle del cariño, esquina de tu corazón.


Esta carta que te escribo no la tires a un rincón,

porque la tinta es mi sangre y el papel mi corazón.


La otra noche pensando en ti mis ojos se humedecieron

y entonces comprendí lo mucho que te quiero.


Quisiera ser para ti algo más que una aventura,

ocupar tu corazón y ser solamente tuy@.


Cuando me miras a los ojos quisiera yo averiguar

si me miras por amor o por gusto de mirar.


Con aquellos ojos me miraste, yo de piedra me quedé

y en aquel instante yo de ti me enamoré.


Tus ojos y los míos se miran y se hablan,

pero nuestros corazones nunca se declaran.


Dos corazones heridos por la misma enfermedad:

los dos se quitan la vida por no decir la verdad.

 

Daría cielo y tierra para estar a tu lado

y aceptar los besos que siempre te he negado.


De tu boca quiero un beso, de tu camisa un botón,

de tu pensamiento un deseo y de tu pecho el corazón.


Cada vez que miro tu foto me dan ganas de llorar,

de tener tus labios tan cerca y no poderlos besar.


El cielo está nublado a punto de llover,

igual están mis ojos cuando no te puedo ver.


Con tinta negra te escribo porque negra es mi suerte.

Qué lejos estoy de ti y qué ganas tengo de verte.