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Jueves, 15 Junio 2017 10:54

Querer lo imposible, querer lo intangible; rimas encadenadas de Gustavo Adolfo Bécquer

Escrito por  Publicado en Rimas encadenadas

Las rimas encadenadas de CEC relatan, en esta ocasión, el afán de las personas por alcanzar un sueño a veces imposible: queremos siempre algo mejor y podemos volvernos locos persiguiendo lo inalcanzable.

El sueño que Bécquer persigue es el amor de una mujer (aunque el encadenado puede invertirse fácilmente de sexo), pero no se conforma con cualquiera...

Quiere el de una mujer que no puede amarle, que se le escapa de las manos una y otra vez...

RIMA LXII

Primero es un albor trémulo y vago,

raya de inquieta luz que corta el mar;

luego chispea y crece y se difunde

en gigante explosión de claridad.

 

La brilladora lumbre es la alegría;

la temerosa sombra es el pesar:

¡Ay!, en la oscura noche de mi alma,

¿cuándo amanecerá?

 

RIMA  XI

- Yo soy ardiente, yo soy morena,

yo soy el símbolo de la pasión,

de ansia de goces mi alma está llena.

¿A mí me buscas?

- No es a ti; no.

 

- Mi frente es pálida, mis trenzas de oro,

puedo brindarte dichas sin fin.

Yo de ternura guardo un tesoro.

¿A mí me llamas?

- No; no es a ti.

 

- Yo soy un sueño, un imposible,

vano fantasma de niebla y luz;

soy incorpórea, soy intangible:

No puedo amarte.

- ¡Oh, ven; ven tú!

 

RIMA XV

Cendal flotante de leve bruma,

rizada cinta de blanca espuma,

rumor sonoro

de arpa de oro,

beso del aura, onda de luz,

eso eres tú.

 

¡Tú, sombra aérea, que cuantas veces

voy a tocarte, te desvaneces,

como la llama, como el sonido,

como la niebla, como el gemido

del lago azul!

 

En mar sin playas onda sonante,

en el vacío cometa errante,

largo lamento

del ronco viento,

ansia perpetua de algo mejor,

eso soy yo.

 

¡Yo, que a tus ojos, en mi agonía,

los ojos vuelvo de noche y día;

yo, que incansable corro y demente

tras una sombra, tras la hija ardiente

de una visión!