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Jueves, 13 Octubre 2016 14:32

Bob Dylan, premio Nobel de Literatura 2016. Reportaje especial CEC Música + CEC Escritura.

Escrito por  Publicado en Crónicas De Ayer Y De Hoy , Nombres Propios - Música, Música y Letra, Cantautores, Blues Rock, Actitud rock, Noticias

Bob Dylan es toda una leyenda viva; admirado por los Beatles, los Stones e incontables estrellas desde Bowie o Knopfler a Springsteen o Neil Young.

Robert Allen Zimmerman, cambiante y camaleónico como pocos, ha sido todo un referente en el mundo del folk americano y del rock.

Su forma de componer ha creado, más que escuela, cátedra, con muy pocos seguidores capaces de acercarse a su impresionante nivel poético, literario y musical, que le ha valido, entre otros reconocimientos, ser nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras en Francia o recibir el premio Príncipe de Asturias de las Artes (2007). Y ahora, el Premio Nobel de Literatura.

Autor de obras tan imprescindibles como 'Blonde on Blonde' (1965), 'Desire' (1975) o 'Slow Train Coming'  (con su conversión al cristianismo, en 1979) ha abarcado casi cualquier estilo de música americana. Incluso hay quienes han situado su estilo vocal en 'Subterranean Homesick Blues' entre los temas precursores del rap, tal y como lo fue del videoclip.

Cuando leemos o escuchamos el término folk, rápidamente la figura de un joven Bob Dylan, armado con guitarra y armónica, cantando “Blowin’ In The Wind”, nos viene a la mente. Pero la música folk abarca mucho más que al genio de Minnesota y lógicamente la música de Dylan también abarca mucho más que las limitadas posibilidades que ofrece el folk puro y duro.

A comienzos de la década de los cuarenta, mientras Europa se destruía a sí misma, sumergida en la Segunda Guerra Mundial, en Estados Unidos sus ciudadanos escuchaban música country, jazz y blues. Todavía faltaba más de una década para que el rock n’ roll removiera la conciencia del buen americano. La imagen que se proyectaba era idílica, Frank Sinatra encarnaba el sueño americano, pero también existían poetas que, armados con una guitarra, cantaban sobre la América real y sus gentes. Historiadores consideran que la chispa que encendió el folk fue una canción llamada “Tom Dooley”, sobre un veterano de la Guerra Civil que fue ejecutado por asesinar a su compañera.

Los nuevos folk-singers actuaban en cafés y pequeños festivales como el Berkeley Folk Festival o el Newport Festival de Rhode Island, a finales de la década de los cincuenta, en el área de Boston, donde los jóvenes se reunían en los campus de universidades como Harvad y Radcliffe en un intento de salir de la decimonónica tradición universitaria. Poetas inquietos como Jim Rooney, Clay Jackson y una casi adolescente Joan Baez reunían a cientos de estudiantes con los que compartían sus versos musicales. Al otro lado del país, en la Universidad de Berkeley, en California, un grupo llamado Blind Lemon era alzado como centro de la comunidad folk en aquellos días.

Los ecos de estos nuevos héroes llegaban a distintos rincones de la nación, especialmente a Nueva York, que ya contaba con una importante escena folk en el Greenwich Village, donde los artistas se congregaban en locales como el Gerdes y el Gaslight. En el año 1961, el barrio neoyorquino vivía una auténtica explosión, donde músicos procedentes de otros estados llegaban ávidos de mostrar sus composiciones. Pero el marco había cambiado y las voces de los cantantes protesta comenzaban a alzarse por encima de las simples poesías. Toda una generación de norteamericanos estaba muriendo en Vietnam y el racismo sureño continuaba implacable en zonas como Mississippi y Alabama.

Los nuevos artistas reivindicaban la figura de Woody Guthrie, considerado como el primer cantante protesta, Guthrie sabía lo que era la miseria (tenía 17 años cuando vivió la Gran Depresión de 1929) y se unió a los marginados de la floreciente California una década después, componiendo auténticos himnos como “This Land Is Your Land” y “I Ain’t Got No Home”, versioneados por estrellas como Bruce Springsteen y la propia Joan Baez. Guthrie había comenzado su cruzada en pro de los derechos humanos ya en la Segunda Guerra Mundial, plantando cara al fascismo. Todos ellos alzaban su voz en contra de las injusticias sociales e incluso viajaban por todo el país para hacer eco de éstas.

De hecho en el año 1964 Pete Seeger, Phil Ochs –pertenecientes a la generación de Woodyy Guthrie- y una decena de protest-folk singers, entre los que se encontraba un jovencito Bob Dylan viajaron a Mississippi para apoyar e inyectar valentía a los negros, animándoles a que se registraran para ejercer su derecho a voto. Dylan compuso su primera canción protesta, “The Death Of Emmett Till” dos años antes. Nació en Duluth (lugar que al igual que el escenario donde transcurre "Happy Town", el pueblo de Haplin, pertenece al estado de Minnesota) en 1941, en el seno de una modesta familia de comerciantes judíos, con los que se trasladó, todavía pequeño, a una aldea de la frontera con Canadá.

Civil Rights March on Washington, D.C. closeup...

Image via Wikipedia

Será allí, en un ambiente tedioso y muy influido por el trabajo de las minas, donde empezará a estudiar música (piano, guitarra) y a escribir sus primeros poemas. A los 16 años había formado su primera banda, Golden Chords. En 1960, se traslada a Minneapolis para estudiar letras y al año siguiente abandona las aulas para frecuentar la bohemia de la ciudad y actuar en público con su nuevo nombre, Bob Dylan, adoptado en homenaje al poeta galés Dylan Thomas. Bob Dylan es un joven comprometido en la lucha contra la injusticia y quiere seguir la senda que, desde esta perspectiva, han trazado algunos poetas y cantantes como Pete Seeger o Jack Elliot y sus ídolos malditos : Rimbaud o Brecht.

En el año 1961, Dylan se traslada a Nueva York con varias canciones en la maleta, entre las que se encontraba “Song To Woody”, en honor a su héroe Woody Guthrie; y empujado de sus querencias bohemias, empieza a frecuentar por el Greenwich Village, donde trabará relación con diversos artistas del mundo del folk y del blues y, siguiendo su estímulo, comienza a cantar en algunos programas en directo, lo que le llevará a grabar su primer disco, "Bob Dylan" , que supone un fracaso comercial. Con tan sólo veintidós años ya había grabado tres álbumes y un buen puñado de composiciones originales que pasarían a la historia: “Blowin’ In The Wind”, “The Times They Are Changin” y “Girl From The North Country”.

A este trabajo seguirán en 1963 los álbumes "The freewhelin´Bob Dylan"  y "The times they are a-changin", que le consagran como uno de los representantes más destacados de la nueva ola de compositores de canción protesta. Dylan colabora con algunas de las organizaciones que defienden los derechos cívicos y se oponen al belicismo que su país mantiene en política exterior, así como a las desigualdades sociales que impregnan de pobreza grandes capas de la sociedad americana. El talento y atractivo de Dylan había dejado prendada a Joan Baez, quién le conoció en el Gerde’s Folk City, en el Village (años más tarde, Joan afirmaría que Dylan fue el portavoz de toda una generación, la voz de la protesta social de los sesenta).

Durante el verano de 1965, la Guerra de Vietnam se estaba recrudeciendo, con lo que los activistas de la poesía incrementaron sus protestas. A pesar de los excelentes temas de Dylan, Ochs lideraba el movimiento gracias a su fuerte compromiso social. Como cada año, se celebró el Newport Folk Festival, pero aquella edición vino con una sorpresa incluida. Desde hacía ya meses, el término folk-rock comenzaba a emerger, sobre todo gracias a versiones eléctricas que los Byrds hacían de Dylan, quien salió al escenario con una guitarra eléctrica y con una banda de acompañamiento. El cantante fue tachado de traidor pero Dylan era consciente que el folk debía aliarse con el rock y volverse más comercial y asequible. Como decía su canción: los tiempos estaban cambiando.

La publicación en marzo de 1965 de "Bringing It All Back Home" supuso un salto estilístico fundamental en su carrera al incluir las primeras grabaciones con instrumentos eléctricos. El primer sencillo, "Subterranean Homesick Blues", influenciado en buena medida por el tema "Too Much Monkey Business" de Chuck Berry, fue presentado con un vídeo musical cortesía de D. A. Pennebaker como adelanto del documental "Don't Look Back", que recogía la gira británica de 1965. La libre asociación de las letras y la influencia del movimiento beat la convierten en un precursor del rap y del hip-hop. En contraste, muchos de sus seguidores de la línea folk interpretaron la cara B de "Bringing It All Back Home" como un gesto conciliador.

En ella se encontraban cuatro largas canciones de corte folk en las que Dylan hacía uso de guitarra y armónica. "Mr. Tambourine Man" se convirtió al poco tiempo en un éxito de The Byrds, así como en una de sus canciones más conocidas, mientras "It's All Over Now, Baby Blue" e "It's Alright, Ma (I'm Only Bleeding)" serían aclamadas como dos de las composiciones más importantes de Dylan. Durante el verano de aquel mismo año 1965, como cabeza de cartel del Newport Folk Festival, Dylan interpretó su primer set eléctrico desde sus tiempos en la escuela junto a un grupo, integrado en su mayor parte por componentes de la Paul Butterfield Blues Band.

Dylan había aparecido previamente en el Newport Folk Festival en los años 1963 y 1964. Dylan y su grupo de acompañamiento para aquella ocasión formado por Mike Bloomfield (guitarra), Sam Lay (batería), Jerome Arnold (bajo), Al Kooper (órgano) y Barry Goldberg (piano) se toparon con una mezcla de vítores y abucheos, y tras interpretar tres canciones abandonó el escenario. Las diferentes interpretaciones de los hechos sugieren que los abucheos procedían del sector purista de la música folk, que no recibió bien la entrada de Dylan con una guitarra eléctrica. Una interpretación alternativa alude a la mala calidad del sonido y al corto set de canciones como motivo de los abucheos. El concierto de Dylan en Newport provocó indignación en algunos sectores de la música folk.

Al respecto, Ewan MacColl escribió en la revista Sing Out!: "Nuestras canciones tradicionales y baladas son creaciones de artistas con un extraordinario talento que trabajaba dentro de las tradiciones formuladas durante mucho tiempo. ¿Pero qué pasa con Bobby Dylan?, un joven de talento mediocre. Sólo un público no crítico, alimentado por la aguada música pop, podía haber caído de semejante forma". El 29 de julio, cuatro días después de su controvertida actuación en Newport, Dylan volvió al estudio de grabación en Nueva York para grabar "Positively 4th Street". La letra de la canción se mezcla con imágenes vengativas en determinados versos y es ampliamente interpretada como un pulso a sus antiguos amigos de la comunidad folk de la West 4th Street.

En julio de 1965, Dylan publicó el sencillo "Like a Rolling Stone", que alcanzó el puesto nº2 en los Estados Unidos y el nº4 en el Reino Unido. Con una duración superior a los seis minutos, la canción ha sido ampliamente alabada por modificar las actitudes previas acerca de lo que un sencillo pop es capaz de transmitir. Bruce Springsteen comentó acerca de la primera vez que escuchó la canción: "Ese golpe de caja al principio de la canción sonaba como si alguien abriera de una patada la puerta de tu mente". En el año 2004, la revista musical Rolling Stone situó a "Like a Rolling Stone" como la mejor canción de todos los tiempos. Su sonido característico, con un riff de órgano y una banda completa, también caracterizó al siguiente trabajo de estudio.

"Highway 61 Revisited", titulado como homenaje a la carretera que trasladó a Dylan desde Minnesota hasta el hervidero musical de Nueva Orleans, presentaba unas canciones que seguían la misma estela del sencillo, con letanías surrealistas favorecidas por la guitarra blues de Mike Bloomfield, por la sección rítmica y por el sonido característico del órgano de Al Kooper. La única excepción la ofrece "Desolation Row", última canción del álbum, con una visión apocalíptica en la que Dylan trata de transmitir referencias surreales a numerosas figuras de la cultura occidental durante sus once minutos y medio de duración. Como promoción del álbum, Dylan tenía previsto realizar dos conciertos en Estados Unidos e intentó conformar una banda.

Mike Bloomfield no estaba dispuesto a abandonar a la Paul Butterfield Band, por lo que Dylan escogió a Al Kooper y a Harvey Brooks de los músicos de sesión que trabajaron en el álbum "Highway 61 Revisited" y a músicos de directo como Robbie Robertson y Levon Helm, conocidos posteriormente por ser miembros de The Band o la banda de acompañamiento de Bob Dylan en algunos periodos de su carrera, a parte de funcionar como ente propio facturando una música de notable calidad que bebe ampliamente de la tradición musical americana (folk, country o blues).El 28 de agosto, un público aún molesto con el sonido eléctrico de Dylan interrumpió al grupo en Forest Hills, aunque la recepción de la banda el 2 de septiembre en el Hollywood Bowl de Los Ángeles ya fue más favorable.

Ahora, muchos años después de esta conversión, La Academia Sueca otorga el galardón al músico "por haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición americana de la canción".

FELICIDADES, BOB.