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Lunes, 05 Noviembre 2018 15:25

Análisis de "A night at the Opera", el álbum clave de los Queen

  • "A night at the opera" fue el álbum más revolucionario y clave que jamás grabaran Queen.
  • Por primera vez podíamos apreciar en todo su esplendor lo que les rondaba por la mente a estos cuatro músicos...
Escrito por  Publicado en Discos y álbums

Todo en "A night at the opera" es excesivo y llevado hasta las últimas consecuencias, fruto de experimentar mucho a la hora de grabarlo, con diferentes e ingeniosas técnicas, debido a la cantidad de pistas e ideas que la banda se empeñó en utilizar para cada tema, junto con la producción de Roy Thomas Bake,r que fue vital para poder plasmarlo.

El álbum representó el primer gran éxito de Queen a nivel mundial, impulsado por el éxito del revolucionario single "Bohemian rhapsody" de casi 6 minutos, algo inaudito para la época, plagado de múltiples cambios, alternando por igual partes rockeras, líricas y operísticas, y para el cual se grabó uno de los primeros videoclips de la historia. El título del álbum, al igual que el del siguiente, "A day at the races", fue tomado de una de las películas más conocidas de los hermanos Marx".
 
Se abre con "Death on two legs", un tema muy grandilocuente dedicado al manager que había tenido la banda hasta aquel entonces, y con una letra un tanto ofensiva y difamatoria para el susodicho. Destacan las partes de guitarra de Brian May, que suenan muy orquestradas y bien harmonizadas, asi como las pianísticas y vocales de Freddie Mercury. "Lazing on a sunday afternoon" es un tema muy corto de Freddie que le da ese rollo de opereta bufa al álbum, y vale la pena destacar que para conseguir este sonido de megáfono con el que suena la voz, se colocó un micro en un cubo.
 
"I'm in love with my car" es un tema guitarrero y algo ralentizado cantado por el batería Roger Taylor donde nos muestra su particular registro vocal. "You're my best friend", compuesta por el bajista John Deacon y para la que también grabó la parte de piano, está dedicada a la esposa del mismo, y se trata de un tema muy pop y algo tontorrón que fue elegido como segundo single del disco. "39" es un tema cantado por Brian May con un marcado tono hippioso y country, una tonadilla muy simple y para el que John Deacon insertó un contrabajo.

"39" tiene la interesante distinción de ser la 39ª pista de álbum lanzada originalmente en un álbum de Queen. Cuenta la historia de un hombre que viaja desde la Tierra para colonizar un nuevo mundo y experimenta el fenómeno de la Teoría de la Relatividad Especial de Einstein (que dice que el tiempo se ralentiza a medida que te acercas a la velocidad de la luz). De esa manera, el hombre envejece solamente un año mientras la tierra envejece aproximadamente 100 años, así que su familia y sus seres queridos están muertos desde hace tiempo cuando regresa, aunque sus descendientes sobreviven.

Este tema fue escrito por el guitarrista Brian May, que estaba a punto de terminar su tesis doctoral en astronomía poco antes de incorporarse al grupo. "Sweet lady" es el típico tema de Brian May en clave hard-heavy rock que siempre suele meter en los álbumes de la banda. "Seaside rendez-vous" tiene un notable arreglo de vientos interpretado unicamente con las voces de Mercury y Taylor e incluye un pequeño fragmento grabado por ambos que, golpeando sus dedos en la mezcla de mesas, hace que el tema suene muy cabaretero.

"The Prophet's Song" fue escrita después de que May tuviera un sueño sobre Noé y el diluvio universal. Es un tema algo heavy, oscuro y progresivo, con una parte enmedio interpretada únicamente a voces que es espectacular, cantada a modo de cánon. Con sus 8 minutos es el tema más largo grabado jamás por Queen. "Love of my life" es una preciosa canción a piano y voz básicamente, con solo de piano clásico a cargo de Freddie, y para la que Brian May insertó el arpa, a parte de las guitarras acústica y eléctrica; es un tema intimista muy profundo que se apodera de tí rapidamente.

"Good company", cantada por May, va más en un estilo dixieland añejo de jazz band que él mismo consigue recrear utilizando únicamente su guitarra pasada por efectos y un banjolele (mezcla de ukelele y banjo). De "Bohemian rhapsody" poco voy a decir, pues seguramente es un tema que conocéis todos de sobras y para mí es un tema simplemente perfecto, en el que nada sobra ni nada está de más. Es el más representativo de lo que era el sonido Queen, condensado en apenas 6 minutos. Tuvo problemas por su excesiva duración y los problemas que ello suponía para radiarlo, pero la banda apostó por él y desde luego no se equivocó.

"Bohemian rhapsody" será el tema por el que siempre serán recordados y el que les abrió las puertas al estrellato. Cierra el disco "God save the queen", un pequeño guiño a lo que Jimi Hendrix hizo con el himno americano, con Brian May haciendo lo propio con el himno británico. En definitiva, un álbum que nunca te cansas de escuchar y en el que siempre descubres cosas nuevas. Una de las propuestas más avanzadas y rompedoras que jamás hicieran los Queen, tanto por la diversidad de estilos que encontramos como por la concepción del mismo.