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Martes, 02 Octubre 2012 09:35

Naked City-Grand Guignol (1992)

Escrito por  Publicado en Discos y álbums
Grand Guignol (album)

Grand Guignol (album) (Photo credit: Wikipedia)

Jazz, rock, country, hardcore, Jerry Goldsmith, Ennio Morricone, blues, música surf, Melvins, Brian Wilson, Agnostic Front, Funkadelic, Ornette Coleman, Henry Mancini...
Todos estos elementos aparentemente dispares cobran sentido cuando nos referimos al proyecto Naked City. Catalizador de mil y un géneros, John Zorn dio por concluido el periplo de la banda en un ya lejano 1993. Contando con cinco de los músicos más selectos del downtown neoyorquino, Naked City logró ofrecer en su breve trayectoria algunos de los trabajos más impactantes de la década de los 90...

Esta historia se remonta a la primera mitad de los setenta. El joven John Zorn (nacido en Queens, Nueva York en 1953) queda poseído por las posibilidades que le ofrece el estudio del saxofón. Sus raíces musicales afincadas en el jazz y el rock n’ roll, rápidamente se retuercen al ritmo de sus nuevas influencias: free jazz, avant garde y música experimental. Nace una nueva era en el underground neoyorquino. Zorn comienza una inagotable travesía que tiene como protagonista su incontenible ímpetu experimentador y un talento sin fin para adaptarse a frecuencias sonoras de notable disparidad.


Entre sus proyectos más reconocidos se encuentran Masada (donde aplica conocimientos de música tradicional judía), Electric Masada (sumando la electricidad del noise rock y al bajista Trevor Dunn de Mr. Bungle y Fantomas) y Naked City con quienes examinó, con una formación típica de rock, los límites de improvisación de un "taller de composición", como solía llamar al proyecto. En ambos comparte formación con el batería Joey Baron. Precisamente en Naked City es donde Zorn invita a participar al vocalista Mike Patton (de Faith No More, Mr. Bungle, Fantomas), un auténtico héroe para los amantes de lo no convencional y trabajador empedernido de la investigación musical.

Actualmente estos cuatro viejos conocidos coinciden en Moonchild, el nuevo proyecto de Zorn: "una combinación de la hipnótica intensidad del ritual (composición), la espontaneidad de la magia (improvisación) y todo en un formato musical moderno (rock)", según palabras de su creador. Composición + Improvisación + Rock = lenguaje surrealista que nuestros sentidos descifran mágicamente. Imposible hablar de Zorn sin dirigir la mirada a esta, una de sus obras más populares en la historia de su música. El proyecto Naked City es el proyecto con más actitud de Zorn (que me perdone Masada) es el proyecto más punk, más cabrón.
La afición de Zorn por las escenas hardcore británica, norteamericana y especialmente japonesa se refleja en parte del repertorio que constituye el controvertido álbum debut de la banda "Naked City" (1989) y también este segundo trabajo "Grand Guignol" (1992). Estas miniaturas, frenéticas yuxtaposiciones de estilos de ínfimo minutaje, están conducidas por el extremismo sonoro que hizo famosos a grupos como Goldflesh o Napalm Death, ineludible fuente de inspiración para Zorn. Sin duda alguna, una curiosa concepción del metal menos acomodado, pura incandescencia que muchos insistieron en reducir a un mero pastiche postmoderno.

Todos esos temas cortos también aparecerían compilados en un álbum del grupo titulado "Torture Garden" (sin duda alguna un título muy apropiado que ya nos indica por donde van a ir los tiros). El director Michael Haneke utilizó algunos de esos cortos temas para crear una sensación de torturada asfixia psicológica en su aclamada película "Funny Games", ambientando así algunas de las secuencias más incómodas del film que ya se nos han quedado impregnadas y jamás podremos borrar de nuestra P.M.H. En éste álbum la banda invade el noise, invade el grindcore y todo lo inimaginable; resultando casi un disco estrafalario que combina también sensaciones nostálgicas con un surf lounge discreto y un ingrediente de locura plena que se zafa de todo referente en el que se pueda ubicar.

Un trabajo doble en donde combina el sonido del jazz con el punk, grindcore, heavy metal y demás. Aquí colabora en los gritos, berridos, gemidos y demás el gran Yamatsuka Eye, líder de los Boredoms. Esa serie de minicanciones con títulos tan divertidos, ideales para irritar las mentes de la "cool people" y de los más puristas, duran en promedio menos de un minuto y muestran el sonido de esta extraña mezcla musical de la que hablaba antes; ocupando tan sólo la tercera parte de un álbum muy variopinto. En la primera parte entraría la pieza que abre y da título al compacto; que dura nada menos que 17 minutos, muy emparentada con lo que Frank Zappa llamaría música seria y otros catalogarían como R.I.O. (Rock In Opposition).
El segundo bloque está formado por revisiones de piezas de compositores clásicos contemporáneos como Olivier Messiaen, Charles Ives y Claude Debussy, todas ellas de minutaje variado. En conjunto todas las ideas musicales presentadas aquí son muestras muy válidas de la auténtica idiosincrasia del grupo, característica imperante en toda su corta discografía; todos sus trabajos son igualmente difíciles de catalogar y recomendables para oídos ávidos de ser sorprendidos, en donde todo tiene cabida; ya sea la aglutinación de cualquier estilo imaginable con el maestro de los "cartoons" de la Warner Carl Stalling como hilo conductor o la revisión de temas clásicos del celuloide (Ennio Morricone, Henry Mancini). Definitivamente un disco fuera de lo convencional, como todo lo hecho por Zorn: bizarro, incoherente, incómodo y genial a la vez. Toda una obra de arte.