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Lunes, 26 Octubre 2020 09:47

CEC Entrevista a MIGUEL CAMPELLO, el artista que más ha hecho por acercar el flamenco a todo clase de oyentes, nos habla de '5' su último trabajo

Escrito por  Publicado en Entrevistas CEC Música

 

Una entrevista de Enrique Menéndez para Culturaencadena.com y CEC Música

Fotos: Elvira Mena 

“5” es el último trabajo de Miguel Campello, seguramente el artista que más ha hecho por acercar el flamenco a todo clase de oyentes. Con algunas colaboraciones de excepción y una colección de canciones, que hacen de “5” uno de los trabajos indispensables del año. De la música, de “5”, del futuro y también del pasado charlamos un buen rato.

 

CEC: Sale al mercado “5” tu quinto trabajo en solitario, desde que hace 10 años se disolviera “ElBicho”. Pasados 10 años, ¿en algún momento pensaste llegar tan lejos musicalmente hablando desde la disolución del grupo?

MC:  Bueno, no suelo pensar si una cosa va a durar más o menos. Porque creo que no está en las manos de cada uno. Como soñarlo si que lo he soñado. El dedicarme a esto, hacer música que es lo que me gusta. También otras cosas como pintar o escribir simplemente por escribir. Al final, en lo de llegar o no llegar a un sitio, la lejanía la pones tú. Tampoco quiero llegar tan lejos, me gusta mantenerme más o menos en un punto donde me sienta bien y cómodo. Como en el que estoy de hace un tiempo a acá.

CEC: O sea no marcas unas expectativas. Simplemente que lo disfrutes e ir haciendo.

MC: Sí, porque el que espera al final desespera. Yo al principio empecé de otra manera. Cuando llegué la primera vez a Madrid, iba con una especie de ofuscación, donde la música tenía que encontrarla en algún rincón, en alguna esquina. Y me dí cuenta que no, que ella te tiene que buscar a ti, encontrarte y aceptarte.

CEC: En “5” hay flamenco puro, pero también aproximaciones a otros géneros. Más comerciales y  fáciles de vender para una cadena de televisión o emisora de radio. ¿Te consideras un poco, salvando las distancias, el Ara Malikian del flamenco? Es decir, coges un genero y lo modernizas para hacerlo más accesible al gran público, sin perder en ningún momento la esencia.

MC: Bueno, es un honor la comparación, porque es verdad que Ara ha hecho un poco eso. Con música que a lo mejor de otra manera no llegaría a X público. Gente de la música clásica, que de repente se encuentre con temas actualizados que también suenan clásicos. Siempre he pensado que cualquier canción llevándola por un lado u por otro puede variar mucho. Aunque hay canciones que por mucho que las quieras guiar, su letra no da para eso. Yo también me muevo mucho con los ritmos que me gustan. Nunca me paro a pensar si esto va por aquí o por allá, si va a ser más comercial o menos comercial. Dejo que me haga bailar, porque me gusta mucho bailar. Cuando estoy a veces cantando en un escenario, el baile forma parte de esa comunión entre el público y tú.

CEC: Antes de meternos en faena con “5”, te quería preguntar. ¿Cómo has llevado esta crisis del coronavirus a nivel conciertos? ¿O el estar tan metido en lo que era acabar “5” y la promoción del mismo, la que has empezado y la que te viene, te ha afectado menos los planes en este 2020?

MC: Nos ha afectado a todos por igual, los que tenemos un disco que sacar o una gira por organizar. Por un lado si que nos ha dado tiempo a parar. En mi caso llevaba muchos años sin parar ningún  verano. Pero cuando ya llevaba dos semanas parado, ya me estaba subiendo por las paredes. Era como “¿qué está pasando?”. Al principio decían que era como un simple resfriado y se ha convertido en una pesadilla que nos está tocando el coco. Sobre todo por esa incertidumbre de no saber cómo organizar lo que viene y cómo hacerlo. Incluso si van a aguantar muchas salas de conciertos, que no tengan que cerrar por las circunstancias.  

 

CEC: Empezamos por “5”, una cosa siempre me ha parecido curiosa, no sólo en tu disco, sino en general. Y es que antes cuando salía un trabajo nuevo, se sacaba  un sencillo y con eso ya se alimentaba  un poco el hambre de los fans. Y ahora parece un poco anticuado, en tu caso en concreto, han caído 5 sencillos. ¿Esto como artista, produce la sensación de que la música, los temas son fugaces? Porque no has acabado de presentar, madurar uno, que ya están deseando devorar otro.

MC: A mí me pasa, que aún no he terminado de hacer un tema en mi casa y ya me apetece mostrárselo a la gente. Tengo esa inmediatez. Ahora mismo, cuando apareció toda esta historia, no se podían hacer conciertos Tenías de alguna manera que alimentar un poco eso, a esa persona que está esperando el disco y que si le das el plazo que necesita son dos años y pico.  Entonces nos planteamos, que ya que habían 15 canciones en el disco, desgranar 5.  Por otro lado de esta manera se le da más importancia a cada canción. Han cambiado los tiemposy no tenemos otra solución que acostumbrarnos a esta velocidad que hay. Porque por mucho que quieras frenar el tren, el tren va a toda ostia y va a haber gente siempre para todo. A mí me gusta el punto de  poder analizar una canción tras otra tranquilamente. Que el trabajo que hemos dedicado a esa canción se note. Muchas veces en los discos, hay canciones que pasan sin pena ni gloria, porque a lo mejor los singles son tres y quedan esos  más marcados. Nunca ha habido una ley del todo correcta para las canciones dentro de un disco. Hay que acostumbrarse a que la gente tiene otra velocidad a día de hoy. 

CEC: Pero, ¿tú crees que esa velocidad hace que la gente, consuma más música que escucharla?

MC: Yo confío que no. Cada uno tenemos un público, dentro del que hay todo tipo de públicos. Al que le gusta escucharse el disco entero y al que le gusta que todos los días hagas algo. No hay un punto intermedio de saber si es mejor o peor. Si es verdad que la diversidad va a todos los cauce, no solamente en la música. Cualquier noticia se hace viral, cualquier chorrada también. Vivimos en un mundo de sobreinformación y yo creo que hay gente que valora las cosas mucho menos. Por la sencilla razón de que a veces son demasiado gratuitas. Creo en el arte gratuito, pero también en la valoración de esa persona a la hora de ser objetiva y saber lo que cuesta hacer las cosas.  Deberíamos saber todos lo que cuesta hacer algo, sea lo que sea. Aparte de que la canción te guste más o te guste menos, detrás hay un trabajo de personas, que le ponen un cariño, que aunque a ti ese tipo de música no te guste, pues es tan sencillo como no escucharla y ya está. Se lo digo a mucha gente “joder si no te gusta esto ¿qué cojones haces aquí viendo? Si no te gusta el programa de la tv, pues apágala o cambia de canal.  O vete a tirar piedras allí al monte.

CEC: ¿Crees que hay mucho hater?

MC: Sí, encima se está haciendo como algo normal. Que se va a convertir en un deporte, el dar mi opinión gratuita. Y no sólo en la música. Por ejemplo, alguien pinta un cuadro y alguien que ni pincha ni corta, de repente puede opinar si está bien o está mal. O incluso decir “que vaya mierda”. Entonces el punto de poder opinar de algo, a veces es ofensivo. Esa ofensa, ni me va ni me viene. Mientras no sea meterse con mi madre, me puedes decir lo que quieras, porque yo soy de los que no lee los comentarios, ni los buenos ni los malos. Yo hago las canciones, las expongo y si te gustan bien. ¿Quieres ponerme fino? pues ponme fino, que tampoco me va a cambiar mi manera de hacer la música. 

CEC: Hablando de los comentarios de la gente. Vuelves a colaborar con Natos y Waor en el tema “Ya está”. Ya habíais  colaborado anteriormente en “Gato de callejón” y he leído comentarios en redes sociales, preguntando “¿por qué no un disco juntos?” ¿Esto es algo que en algún momento os habéis planteado mientras trabajabais en este tema o en el anterior?

MC: Yo creo que un disco juntos es muy complicado porque tanto ellos como yo nos encanta escribir, entonces ponernos de acuerdo sería una locura. Me gusta como escriben y ese poema callejero que tienen que me encanta. La poesía actualizada  me parece bastante más enriquecedora que escuchar poetas antiguos, que también hay que hacerlo. Pero no podemos vivir solamente de lo antiguo, tenemos que descubrir que hay gente que viene muy fuerte y escribe cosas muy cañeras. Entonces hacer un disco un verdad, no lo tanteo, porque es algo que ya he vivido en ElBicho y hacer un disco entre seis ,a veces es una locura total. Pero seguirán estando las colaboraciones. Yo en “Ya Está”, había dos huecos que estaban hechos para ellos, para Fernando y para Gonzalo.

CEC: Cuando te plantas para hacer un tema, ¿Qué domina? ¿La letra a la música o primero la música y ya luego, con esa música, trabajaremos una letra?

MC: En mi caso es la melodía. Nunca escribo primero, cuando tengo el sitio donde colocarlo, entonces me pongo a escribir. Yo desde pequeño toco el piano de oído y tengo mi facilidad para encontrar las notas. Pero no hay frase que quepa en todos los sitios. Si tienes la frase exacta tienes una conjunción brutal. Suele aparecer antes el espacio donde cabe la letra.

CEC: Sigo con las letras, soy fan de mezclar cultura y épocas. Y me encuentro en este último disco una frase que es “Dímelo a la cara sin careta, como Rocky contra Drago, como Lorca con sus letras”. Mezclas algo clásico de toda la vida, con cultura popular, como la saga Rocky. Al final ¿Se podría decir que lo viejo y lo moderno no tienen tanto de diferente cuando se trata de expresar todo?

MC: Sí sobre todo porque ese tiempo que vemos tan lejano, es muy cercano. En realidad Lorca debería seguir vivo, podría estar dando conferencias, porque no hace tanto tiempo que lo perdimos. Se mezcla que hace tiempo veíamos una cosas y ahora vemos otras. En realidad si lo mides contra el universo, es un espacio de tiempo corto,  en el que hemos vivido eso. Como cuando decimos “joder hace dos días yo era un crio y estaba jugando a las canicas” Y de repente ahora veo a mi hijo jugar a las canicas. Y yo sigo estando aquí, y me sigo sintiendo igual de crio en algunos aspectos, en casi todos. A veces no lo decimos o no lo hacemos por vergüenza. Recuerdo estar montando en bicicleta, salir del cine de ver a Rocky pegándose de ostias contra Drago y sentirme Rocky. Me daba todas las fuerzas, salía del cine pegándole puñetazos  a los arboles. Luego llegaba a casa y tenía un libro de Miguel Hernández, una reedición escrita con su letra y siempre me ha encantado el leer cosas que estaban escritas con la letra real. 

CEC: Hace un momento me hablabas de cuando eres un niño, vas en bicicleta… Escuchando el disco me he fijado que en dos de tus temas “Tierra” y “Barrio”  hablas de nostalgia, de cómo es la vida donde uno se había criado, de la deshumanización de los barrios y de cómo han cambiado cuando vuelves a ellos después de mucho tiempo. Si no me equivoco, abandonaste Madrid hace unos años y fue como una vuelta a los barrios y el adiós a las grandes ciudades. Con el paso de los años, ¿crees que es una de las mejores decisiones que has tomado tanto a nivel personal como profesional?

MC: El campo ha sido mi infancia, yo me he criado en el. Iba a un colegio con 12 alumnos, éramos tres clases en la misma aula, tercero cuarto y quinto todos con el mismo profesor. El barrio del que hablo en esa canción, era un barrio que estaba en las afueras en un descampado. Y de repente ha pasado a estar enfrente de un Hipercor. Se ha llenado de cemento por todos los lados, se han cargado muchas cosas que eran cuadros de Elche en su día. Zonas de palmeras, que eran huertos de palmeras, han dejado alguno, pero no se tiene cuidado. Creo que toda esa construcción y arquitectura hace un poco la separación de las personas. Es como esos bancos que ponen ahora, que son dos sillas separadas. Para el coronavirus vienen muy bien, pero no teníamos el coronavirus y ya estaban poniendo bancos separados. Incluso es muy gracioso que pongan un banco de esos mirando hacia un lado y el otro mirando hacia el otro lado. Está bien si no quieres tener amigos. Han desaparecido las reuniones, sentarse en las casitas en las plantas bajas con las sillas. Salir a la calle las abuelas a hablar, esa magia que existía… Yo la he vivido.

CEC: Antes te hablaba de que habías colaborado con Natos y Waor, pero también me encuentro a Amparo Sánchez y Soleá Morente por el disco. Veo que el tema de las colaboraciones en directo es algo que llevas bastante bien y has hecho muchas veces. En cada una de esas colaboraciones, de estudio o puntuales en galas o conciertos ¿qué aprendes y que aportas a las mismas?

MC: Son experiencias de conocernos. Es compartir con personas que tenemos una misma actitud y que somos muy parecidos En realidad sea el hip hop el indie o el flamenco tenemos una actitud. Cuando nos juntamos, es como cuando se junta gente que le gusta la petanca. Hay una unión y cuando es gente que escribe o deja de escribir, compartes cosas que necesitas compartir, lo que te pasa... Al final se crea una amistad pero a un nivel, como que de golpe eres amigo de alguien que no conoces de nunca. Tienes una amistad. Como el típico colega que hace 5-6 años que  no ves pero cuando lo ves vuelves al mismo punto donde lo dejaste. 

CEC: Ahora toca disfrutar de los resultados de “5”, pero viendo un poco el ritmo de tu discografía, vas a una media de disco cada dos años.  ¿Ya tienes la cabeza trabajando en nuevos temas o ahora toca desconectar y si todo esto lo permite planear una nueva gira de cara al 2021.

MC: Pues suelo unir todo el rato todo. Ahora porque no hay giras, pero hemos hecho discos mientras había giras. La furgoneta daba mucho espacio como para compartir con las músicos cosas que me traía de casa. Lo que más me gusta es meterme al estudio, de hecho me gusta hacer el estudio. Me lo he hecho con mis maderas y mis cosas.  Me gusta experimentar y que los discos tengan mucho tiempo de madurez, empezarlos ya para que cuando me digan que hay que sacarlo este tranquilo. He aprendido que en una semana no se puede hacer un disco ni de coña. Es como plantar un árbol y querer estar comiendo manzanas la próxima semana. Me encanta que una canción tenga un año entero para analizarla y ver si te gusta o no te gusta. Porque luego tienes que subir a un escenario, cantarla y convencer a la gente que la canción dice algo.