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Miércoles, 10 Mayo 2017 17:24

CEC entrevista a Xavi Torrent, uno de los mejores fotógrafos de conciertos de nuestro país.

Escrito por  Publicado en Entrevistas CEC Música

Todos disfrutamos viendo fotografías de conciertos, porque nos recuerdan lo bien que lo pasamos o la rabia de no haber podido estar allí.

El mérito es de todos esos fotógrafos que, con su esfuerzo y conocimiento, consiguen hacernos sentir todo eso. Xavi Torrent es un referente en ese mundo, y de fotografía hablamos en una conversación ¡¡¡más que interesante!!!

CC: Llevas años dedicándote a lo que es el mundo de la fotografía de manera profesional. ¿en qué momento te das cuenta o piensas que sirves para esto y que te puedes ganar la vida?

XT: A veces lo pienso y no hay un día en concreto. Bueno de hecho sí que hay un día en que haces el primer trabajo, en que cobras una tarifa como fotógrafo profesional.  Pero no es que en mi caso piense que haya una fecha en concreto. En mi caso ha sido un camino. Muchos fotógrafos empezamos por hobby y acabamos dedicándonos profesionalmente. Como primer trabajo, así como tal, fue uno que me encargaron para una revista de un centro comercial en Bcna, L’Illa Diagonal. Ese fué el primer trabajo comercial  que recuerdo, y de eso hace algo más de 9 años.

CC: Aparte de tocar el tema de fotografías en conciertos y algún tipo de acontecimiento social, también realizas trabajos para marcas comerciales  y establecimientos. ¿Dónde disfrutas más como fotógrafo? ¿Qué tipo de manera de trabajar te gusta más?

XT: Realmente en todas.  Me encanta la espontaneidad de  los conciertos, festivales o actos sociales. El hecho de que no sepas que puede pasar y seas tú el que busques ese momento; tratar de captar de la mejor manera lo que está pasando en frente de ti.  Lo otro también está muy bien, porque te permite trabajarlo con más tranquilidad, más sosiego. Aunque no siempre es así, hoy mismo he compartido unas fotos que hice para un trabajo de interiorismo de un despacho de diseño de Barcelona. Y claro, uno puede pensar  “bueno esto  es que tienes todo un día, que irás relajado con las fotos, que te puedes permitir tomarte tu tiempo para planear el trabajo”… Pues más bien no,  porque en una mañana hicimos fotos en  cuatro localizaciones distintas con proyectos de interiorismo distintos. Igual tuve una hora y cuarto como mucho en cada uno de ellos. En ese tiempo tampoco puedes preparar todo como quieres, debes de ir rápido y con las ideas claras de lo que quieres mostrar para optimizar el tiempo, aprovechar la luz, la presencia o no de gente, etc. Pocas veces me he encontrado con tener control total.

CC: Ahora se está utilizando mucho en fotografía s o todo lo que es visual, el uso de drones. Más allá de lo útil que puedan ser, ¿crees que están matando la esencia del fotógrafo?

XT: Es como cuando apareció la televisión y se comentaba que iba a matar a la radio, como que tenía mucho más poder mediático por el hecho de tener imagen y audio… y por fortuna no ha sido así. En el caso de la fotografía pienso que es similar, cuando aparecieron las cámaras digitales o luego los móviles con cámaras decentes pasó lo mismo  “la ‘fotografía’ está muriendo porque con todo esto parece que se vulgariza, se trivializa… “. Pues creo sinceramente que no. Por ejemplo, sobre lo que comentas del uso de drones,  esto no deja de ser una herramienta más, una herramienta magnífica. Y pienso (quiero pensar) que nada va a matar a la fotografía.  La buena fotografía no depende de con que la hagas, depende de ti, del ojo que hace la foto. El factor humano en la fotografía es básico.

CC: ¿Recuerdas el primer concierto  ya acreditado para hacer fotografías? .Y  ¿ a qué grupo o cantante de lo que ya simplemente por defunción o porque ya no están en activo te da más rabia o te quedas más con la sensación de “ostia, ojala los hubiera podido fotografiar o trabajar con ellos”?

XT: Claramente: el primer concierto acreditado fue de  un grupo que se llama Mishima. Tenía entradas compradas para su concierto en el Auditori de Barcelona, me senté en mi butaca, saque mi cámara y me vinieron a decir que no podía hacer fotos. Entonces salí fuera, comenté con la manager de Mishima lo que pasaba (había hablado con ella con anterioridad por mail con ella por otros temas) y ella simplemente pidió un photopass para mi… allí mismo y así de fácil… en ese momento se me abrió el cielo y pensé “ah… se trata de esto!!!”. Esa fue la primera. Luego vino un laaargo camino de mails y peticiones para ir cubriendo conciertos. Podría decir que le debo hacer fotos de conciertos a Mishima, y luego también a otra persona a quien agradezco siempre que en su momento, cuando empezaba, me brindase también la posibilidad de hacer fotos en conciertos que no hubiese imaginado poder fotografiar… esta persona es Xènia de The Project.

CC: ¿Y quién te has quedado con las ganas de fotografiar?

XT: Pues me he quedado con las ganas de fotografiar a muchos, pero hay dos que me duele especialmente habérmelos perdido para siempe: Queen y David Bowie.

CC: He notado que en los conciertos,  básicamente siempre estáis los mismos fotógrafos. ¿Os consideráis una especie de familia? Es decir, luego comentáis la jugada, hay cruces de consejos/sugerencias ¿o hay una cierta rivalidad? Sana, pero a fin de cuentas rivalidad

XT: Yo creo que es buenísimo que haya rivalidad de la sana. A mí me encanta ir a un concierto y  ver las fotos que han hecho los demás fotógrafos;  muchas veces ves otro fotógrafo que ha sabido hacer una foto que tú no has sabido y  tienes esa envidia sana de decir “ostia ¿cómo no he sabido ver eso yo, en qué estaba pensando, dónde estaba mirando yo? ¿O por qué no me he situado mejor?”. Y eso es buenísimo, porque es una manera de mejorar día a día, concierto a concierto . Y sobre lo de ser como una familia, pues no es que seamos eso, pero son muchos conciertos en los que estamos esperando juntos a entrar en los fosos, a que nos acrediten, etc. Luego en el foso esperando a que empiece el concierto, o simplemente pasamos muchas horas juntos en festivales. Al final nos conocemos todos y a menudo acabamos tomando una cerveza y charlando… he acabado siendo colega, incluso amigo con muchos de ellos.

CC: Me da la sensación que en los últimos años hay un cierto intrusismo en este sector o en otros relacionados con lo que sea creativo. Es decir hoy en día, cualquier persona va a una tienda, se compra un buen equipo y el mismo ya se autodefine fotógrafo. Este aumento por decirlo de alguna manera de “falsos profesionales” ¿Cómo afecta en vuestro día a día laboral?

XT: Empecemos por hablar qué es un profesional. ¿Yo soy profesional de la fotografía? Creo que puedo decir que lo soy. Pero no porque haga el trabajo bien o no, que eso lo tienen que decir mis clientes, sino porque pago mis impuestos, mi autónomo, facturo y cotizo por el trabajo que hago. Eso me hace profesional en el sentido, digamos, legal.  

El que trabaja de manera continuada pero no cumple estas condiciones realmente está haciendo daño a esta profesión y no juega con las mismas cartas que los que sí las cumplimos, eso  es competencia desleal e intrusismo. Pero para mi intrusismo no es ver a más o menos fotógrafos en un foso, con algún fotógrafo que quizás esté acreditado por primera vez… en esto todos hemos sido intrusos en algún momento ¿no? Cuando empecé en esto hará unos 10 años, yo era un intruso, y los que empezaron hace 15 años probablemente fueran unos intrusos para los que llevaban más tiempo en esto…

CC: Claro, yo iba un poco más  enfocado a la gente que se compra un equipo, tiene cuatro nociones básicas y ya directamente se monta un estudio de fotografía.

XT: En ese caso yo creo que todo cae por su propio peso. Es decir, si te refieres a gente que también tira los precios por el suelo…

CC: Sí, voy un poco por ahí...

XT: Pues es de cajón, si estas pagando unos impuestos y facturas con tu retención, tu iva, hay precios que no puedes poner, porque no te salen los números, simplemente no te salen.  No puedes poner sesiones de fotos por 15 euros, porque no te sale a cuenta, es imposible y además no puede ser... no puedes ofrecer calidad a bajo precio de manera regular... Evidentemente no se puede generalizar porque hay gente empezando muy buena y quizás piensan que con precios bajos conseguirán abrir mercado, pero una cosa es tener tarifas ajustadas y otra reventar tarifas.

CC: El otro día leí un artículo sobre fotógrafos celebres. Tengo la sensación que con los fotógrafos está pasando lo mismo que con los djs. Pasaron un poco de ser considerados personajes secundarios  en la industria musical a ser casi considerados como una estrella de rock. Tú ahora le hablas a la gente en general de Leivobitz, Richardson, Lachapelle o Avedon y acaban siendo más conocidos casi que la persona a quien han hecho la foto.

XT: Pero es que me estás hablando de cracks.

CC: Si, te estoy hablando de cracks.

XT: Es que para mí estos son artistas. Han conseguido hacer arte con sus fotos. Tienen fotos icónicas. Y claro, evidentemente muchos de ellos han pasado del status de fotógrafo que está plasmando un momento a formar parte de la escena.

CC: Pero... quiero decir, ¿tú notas que tu profesión ha llegado a ese nivel?

XT: Nuestra profesión no está para nada valorada lo que debería estar en nuestro país.

CC: O sea, fuera hay más reconocimiento.

XT: Bueno yo no sé si fuera hay más reconocimiento.  Me da la impresión por lo que cuentan que sí. Aquí desde luego no mucho o menos de lo que desearíamos. A menudo se reconoce poco la labor de los fotógrafos, tanto que se llega a infravalorar nuestro trabajo con peticiones tales como “pásame las fotos en alta y sin la firma, que las usamos pero te citamos como autor… verás la publicidad que te damos”.  Igualmente pienso que a menudo no se valora lo que realmente aporta una buena imagen, unas buenas fotos para cualquier marca, festival, grupo, etc.  

CC: Xavi, ¿Cómo lleváis el tema del robado de fotos?

XT: Es, por desgracia, algo bastante habitual. ¿Para evitarlo? Yo lo que hago es poner una firma más o menos en medio de la foto.  Yo si comparto una foto en Facebook, pues esa foto se puede compartir,  sin ningún problema, porque evidentemente yo no puedo prohibir que alguien la comparta. Pero está la firma, si la quieres para un periódico, no la vas a publicar con la firma, si la quieres para un uso comercial tampoco la podrás usar. A mí me periódicos de tirada nacional me han llegado a pedir fotos y a cambio citarme. Recuerdo un caso en concreto que era una revista de esta que dan los domingos con los diarios, me pedían unas fotos para publicar pero de gratis. Mi respuesta fue negarme de manera muy educada y razonada, comentándoles que no podía regalar mi trabajo y menos a una revista de tirada nacional. La chica lo entendió, “lo siento, te entiendo perfectamente, pero es que no tengo presupuesto…”.. Un medio de tirada nacional, no estamos hablando de un fanzine ni de un blog, ¿no tienes presupuesto para estas fotos?  El robo de las fotos esta tan mal como que los medios no valoren el trabajo de los fotógrafos. A partir de aquí cada medio tendrá sus tarifas, mejores o peores, pero tarifas al fin y al cabo.

CC: Te quería comentar, Tema Instagram.  ¿Tú crees que Instagram potencia lo que es la creatividad del que es fotógrafo o amante de la fotografía? ¿O acaba siendo muchas veces una forma de masturbar el ego del que publica?

XT:  Bueno, mira, como reflexión: Si tú escribes poesía, ensayo, novela, lo escribes para ser leído. Si diriges un cortometraje, una película, pintas un cuadro, etc, lo haces para que sea visto y de alguna manera pretendes llegar a transmitir algo con ello. Con la fotografía pasa lo mismo, haces fotos para explicar algo, como medio de expresión. Eso tiene su parte de ego, totalmente. Y eso en las redes sociales se amplifica muchísimo. Queremos mostrar cómo somos, lo que hacemos, lo que nos gusta, cómo nos sentimos, etc y tenemos unas herramientas ideales para ello. Otra cosa es la calidad o la sensibilidad con la que cada uno se exprese. En Instagram hay mucha creatividad y al mismo tiempo mucha mierda. Tal cual. Instagram se ha hecho tan grande que cabe todo, lo bueno y lo malo. Nuevamente, no le demos las gracias al medio ni lo culpemos por nada. Es su uso lo que lo hace mejor o peor. Yo personalmente tengo dos cuentas de Instagram, una de hace años, la personal, en dónde sólo cuelgo fotos hechas con el teléfono, que no pretenden tener más transcendencia que mostrar parte de mi vida, y otra cuenta más como perfil profesional con fotografías básicamente de conciertos, hechas con cámara réflex. La cuenta profesional funciona más como galería de mis trabajos y la personal pretende ser lo que para mi era Instragram originalmente: llevas el móvil, haces una foto, la editas y la compartes”… ese sentido de inmediatez, de ‘fotografía de bolsillo’ creo que se ha perdido.

CC: Si yo te pido que imaginaras una foto perfecta, la que sabes que una vez la has echado no vas a poder igualarla.

XT: Es pienso que no existen las fotos perfectas

CC: O sea, ¿crees que no hay un tope?

XT: No es exactamente eso, es simplemente que no concibo el alcance de la perfección en una foto... bueno en nada realmente. Mira, cuando doy esos talleres de fotografía de conciertos, les suelo comentar a los alumnos un símil de cómo veo yo el trabajo con una foto: salvando las distancias y sin entrar a valorar como arte ninguna de mis fotos (ni por asomo), les hablo de cuando un pintor da por acabada su obra… por ejemplo, ¿te imaginas a Velázquez pintando Las Meninas? ¿Cuándo dijo  “bueno ya está, ésta es la última pincelada?” … con una novela, una canción, una fotografía, hay un punto en que debes darla por finalizada, pero ese punto lo marca cada uno y en mi opinión siempre queda lejos de la perfección. En el caso de la fotografía entra el factor de primero disparar la foto, ¿encuadre perfecto?, ¿exposición perfecta?... luego viene la edición, suma y sigue. Y nunca, por más que me acercase, creo que nunca daría esa foto por una foto perfecta. De hecho ninguna de mis fotos se acercan a lo que podría imaginarme como la foto perfecta… acostumbro a ser bastante crítico conmigo mismo y siempre encuentro peros a las fotos.

CC: Yo por ejemplo recuerdo hace poco, cuando el Barça hizo la remontada contra el PSG, una foto, que parecía que Messi estuviera celebrándolo con el público

XT: Sí, esa foto es la que muchos fotógrafos hubiésemos querido hacer.  Si  hubiese estado en el campo diría “ese fotógrafo!!! Que bueno!!! Y qué mal yo por no haber sabido verla igual”

CC: ¿Pero por la calidad de la foto o por lo que representa?

XT: Por todo, primero por estar ahí en ese momento, ¿que es suerte?, bueno, pero la suerte también tienes que buscarla. ¡Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando!. Tienes que estar preparado para lo que pase, saber moverte.  Tuvo suerte, ok, pero estaba allí. Después tuvo la rapidez para saber medir bien la luz, encuadrar tal y como encuadró, esperar el momento, el gesto…. Se convirtió en una foto icónica desde el minuto cero. Yo cuando la vi babeé.

CC: De acuerdo Xavi. Una última pregunta. Para alguien que se quiera dedicar a esto ¿Qué le recomiendas? ¿ Qué lo base más en la técnica? ¿ Qué use más la psicología de lo que vale la pena captar o no? ¿O que sea consciente que la suerte hace mucho en este mundo?  Fotografía, en general que le guste fotografiar, pero que quiera hacer de eso su modo de vida.

XT: Si te quieres dedicar como profesional no puedes dejarlo todo a la suerte. Paciencia, esfuerzo, ganas, autocrítica… todo esto y más. Es una profesión de ‘picar piedra’. Tiene que apasionarte, si no es así lo acabarás dejando de lado. Son horas y horas de fotos, fotos y más fotos. Conocer la técnica es fundamental. Luego ya tendrás tiempo de romper las normas, moldear tu estilo y darle tu marca personal para que tus fotos transmitan algo de ti.