Imprimir esta página
Jueves, 26 Marzo 2020 11:33

CEC entrevista EN EXCLUSIVA a Eladio y los Seres Queridos sobre su nuevo trabajo "Academia".

Escrito por  Publicado en Entrevistas CEC Música

Una entrevista de Enrique Menéndez para Culturaencadena.com

En estos tiempos difíciles, charlo con Eladio, líder de Eladio y los Seres Queridos, sobre su nuevo trabajo “Academia”. Un trabajo para el cual han contado con la bodega “Ponte da Boga”. La idea ha sido utilizar su serie “Vinos de Autor” y juntar el lanzamiento de su vino 100% Ribera Sacra con este sexto trabajo de un grupo, que nunca decepciona.

CEC: ¿Cuál es el truco para manteneros en cartel? Recuerdo saber de vosotros gracias al tema y el videoclip de “El Tiempo Futuro” y de eso ya han pasado 9 años. Y resulta que ya teníais varios trabajos a vuestras espaldas. Ahora estáis con el sexto, 15 años ya de carrera.

ELA: Creo que hemos hecho una especie de viaje alrededor de nosotros mismos. Hay dos trabajos  “Están ustedes unidos” y “El Orden invisible” que fueron hechos con promoción, presupuesto a tope. Era un proyecto ambicioso, grande, y realmente me imagino que cualquier grupo que pase por esa etapa, si luego no ve unos resultados espectaculares, no dure mucho más allá de dos intentos fuertes. Lo que pasa es que nosotros hicimos una cosa en 2016, que fue grabar  un disco de versiones de temas en gallego. Y lo grabé en casa, solo, ni siquiera estaba claro si era un disco lo que estaba haciendo, eran cosas que tenía ahí. Y eso nos cambió el chip, de repente vimos que podíamos grabar nosotros los discos, ser nuestra propia productora. La cosa funcionó muy bien en Galicia y eso nos dio la vida. Una forma de hacer las cosas y pudimos hacer un grupo más o menos sostenible. Supongo que en el punto en el que un grupo medio que no lo peta se va a la mierda, nosotros descubrimos que podíamos hacerlo nosotros. Y a partir de allí ya es mucho más sencillo todo, si te grabas tú los discos, los haces  y los vendes ¿qué te puede parar ya?

CEC: Pero cuando auto produces un trabajo, tienes una libertad total sobre lo que ofreces, pero al mismo tiempo se cierra un poco lo que es la promoción, tanto en tv, emisoras  de radio que pueda tener.

ELA: Fíjate,  “Cantares” es un disco que no está en Spotify, lo subimos nosotros en You Tube. Y es el disco del que más hemos vendido. Luego hicimos otro que es “Historias de Casa”. Hicimos lo mismo, pero ya ese pasó muy desapercibido.  “Academia”, es una bicoca, porque tenemos la misma libertad y lo hacemos todo nosotros. Hemos podido grabarlo con mucho tiempo y tenemos un sponsor ahí que es la bodega “Ponte da Boga” Por eso tú me estás llamando ahora, porque ya tenemos un poco más de apoyo/promoción. La vedad es que estábamos un poco cerrados en Galicia.  Por otro lado, todos rozamos la cuarentena y finales de los 30 y tenemos hijos y tenemos cosas. Ya no podíamos irnos a la carretera a palmar por ahí. El secreto en general va con los tiempos. Ser capaz de grabarte con calidad, sin medios, porque realmente no tenemos nada especial en casa, que no tenga cualquiera. 

CEC: Vosotros con la auto producción, ponéis una balanza y preferís ser responsables 100% de lo que queréis expresar, antes de que el mensaje llegue a más gente y no tener un control total del mismo.  

ELA: Eso es terrible, me mata, incluso lo odio.  En los primeros 2000, he estado en grupos de multinacional, con productor y tal  y no sentirme muy identificado, al 100% con lo que hacía. No mola nada verte en sitios y medios y pensar que tú no lo habrías hecho así. Pienso en la competitividad y pienso “yo para que quiero ser ese tío sino me gusta lo que hace”. Un ejemplo que siempre pongo es “antes de ser como ese, no te diré el nombre, prefiero estar en el parque con Don Simón”. Creo  que cuando un grupo realmente se identifica con lo que hace, da resultado. Porque por ejemplo “Cantares”, que es el primer disco que grabé, pensaba que se iba a notar que estaba grabado en casa. Y lo hicimos con muy poco riesgo. Dije “haz 200 copias y las vendemos en Navidades”, y todo el mundo decía que sonaba maravilloso y era guay. Yo creo que cuando uno graba con su propio criterio y lo goza, eso queda grabado y la gente lo percibe. 

CEC: Entonces ¿crees que el oyente percibe la diferencia entre  un trabajo que está hecho casero a uno que se nota mucho más “prefabricado”?

ELA: Entiendo que hay un público que quiere ese rollo muy perfecto, con todas las vocecitas colocadas, los coros con un poco de corrección de tono. Entradas, salidas, mucha compresión, lo correcto ¿no? Pero me parece perderse en un mar de cosas parecidas. Hoy en día hay mogollón de grupos que  funcionan gracias a que conservan su personalidad. A lo mejor porque no les queda otra, como a nosotros. El otro día estuve haciéndole sonido a Loren Alvárez y la banda municipal. Oyes el disco y está grabado como con dos micros al aire y me encanta como suena. Prefiero este disco, que uno que lo hubiera hecho alguien super correcto. Y que hubiera dicho aquí todo afinadito, esto todo en plano.

CEC: Prefieres un trabajo, en el cual hasta los posibles errores que hayan, sean simplemente porque no se ha retocado mucho. 

ELA: Yo a veces, como grabo en casa y vivo al lado de un parque,  se me cuelan ladridos de perro. Y los puedo borrar, yo puedo ir a ese ratito que hay entre voz y voz y quitarlo. Pero muchas veces no lo quito. Incluso una vez acabó una canción y como a los siete segundos ladró un perro. Pues yo cogí el ladrido y lo acerqué. Me gusta la idea de que cuando se oye el disco, se  note un entorno, que puede ser un ensayo o lo que sea. 

CEC: Sin retocar, retroque sobre retoque sobre retoque.

ELA: Bueno, yo grabo sobre tomas en directo de ensayo. Pero luego retoco todo durante meses. Yo las canciones, antes de que salgan en el disco, a lo mejor las cante sin exagerar nada 40-50 veces. Le doy vueltas, porque muchas veces retoco frases, eso es lo bueno de no grabar en un estudio. Un día estas en la calle paseando y piensas “ostras me apetece ahora cantarla”. Sin embargo cuando grabas en un estudio, pues tienes tres días para grabar las voces. Y si tienes tres días malos, que sabe Dios qué estado mental, estás fuera de casa, tienes problemas, yo que se… Y eso queda un poco grabado. Mientras que si estás en tu entorno tranquilo… luego yo por ejemplo de noche le dedico muchas horas. Soy un padre de familia y cuando mis hijas se van a acostar, puedo empezar a las once y acabar a las cuatro de la mañana. Nadie me molesta, puedo probar cosas muy locas, no tengo que convencer a nadie. Pruebo y si me sale mal pues no pasa nada. 

CEC: Yo veo  en vuestros trabajos mucho amor a las letras. Y siempre me ha intrigado un poco quien domina a quien. Si la letra a la música o la música a la letra. ¿Cómo se negocia eso?

ELA:  No, no.  Para que la letra domine a la música hay que ser Bob Dylan. No busco ser muy poético, ni nada,  intento ser sobre todo musical. Las melodías las mantengo siempre. Puedo hacer una primera versión y tener un estribillo y una media estrofa. Y oyes la versión cuarenta después  y tiene la misma. Busco las frases, pero procuro ser muy musical siempre. No me mola, creo que quizás lo otro sería doblegar mucho, someter. La música tiene que parecer inmediata, por lo menos el pop que es lo que yo hago. 

CEC: Sobre “Academia” vamos a empezar a hablar ahora. Pero antes comentarte sobre el tema de la colaboración con “Ponte da Boga” que veo que había colaborado también con Vega. Entiendo que el concepto de ellos es que la creatividad y el arte forman parte de la identidad de dicha bodega. Y por eso esa serie de ediciones limitadas que acompañan la obra de autores, como Vega, que comentaba anteriormente.  Un poco mezcláis dos mundos. El mundo del vino y el mundo de la música. ¿Qué es lo que os empujo a hacer esta colaboración?

ELA:  Ellos nos llamaron y nos pareció desde el primer momento estupendo. Es mejor que fichar con una multinacional, porque por un lado te dan toda la libertad. Sin escuchar el disco ni nada, estaba todo ya hecho. La idea era un poco que el título del disco fuera bien con un vino. Pero tampoco era imprescindible, es decir que el disco se podía llamar “Lejía Sucia”. Mientras tuviera un nombre más o menos tal no había ningún problema. Sabíamos cómo habían trabajado con Vega y Budiño que es amigo nuestro de toda la vida. Y no teníamos ninguna duda de que molaba. Simplemente “si  puedo hacer lo que quiera a nivel artístico pues ya está”.

CEC: Hablemos de “Academia”. Lo primero es que me encantan la cantidad de instrumentos que se van colando en las canciones.  Aunque sea sólo dos segundos, se te cuela un instrumento. Esto en algún momento ¿podíais haber pensado de haberlo hecho más minimalista a nivel instrumental? Es decir habríais asegurado un poco más el tiro a nivel ventas. 

ELA: Fíjate, que en realidad había más, me quite bastante de encima. En realidad es un poco un vicio que tengo.  Siempre llevo las versiones al límite, al murallón del sonido, a saturar. Y luego me quedo con lo que creo que mola de cada arreglo y cada instrumento. Yo había una idea que tenía desde el principio, era que el disco fuera largo, que tuviera 14 canciones. La idea de que parezca un recopilatorio, canciones de un mismo grupo pero de diferentes épocas, que suenen diferente. Me gusta porque lo puedo oír durante mucho más tiempo. Cuando es la misma unidad de sonido mola, pero lo oigo un mes y medio como mucho. Cuando tiene más variedad, pues igual me salto una o dos que no me gustan, pero me dura más el disco. 

CEC: “Academia” comienza con el tema “Quemé una bandera por ti”.  La letra me suena a crítica a todos los movimientos políticos, como un poco de cansancio. 

ELA: En realidad, la canción tenía que ser la primera del disco y como la última de todo lo anterior. Porque hay una ruptura en esta canción con nuestro pasado y nuestro futuro. Nosotros éramos un grupo que podía ensayar 4 días a la semana, desbarrar mucho, a veces no ensayar, estar hablando, éramos como una piña. Pero de repente todos empiezan a tener hijos y había que cambiar el método. Había que ensayar un día, bien  y de verdad. Y cada uno currárselo en casa. De hecho de ahí viene el nombre de “Academia”. Yo siempre cuando llegaban a ensayar y me preguntaban los acordes de la canción, les decía “Chavales, que esto no es una Academia y de ahí quedó el nombre. Y eso es lo que representaba un poco la canción. Que teníamos algo muy asentado, que durante 15 años funcionó más o menos bien. Había que romper con eso, aunque fuera cómodo para  nosotros. 

CEC: Sobre “Cartas de Amor” me da la sensación de que por un lado se ríe un poco de cuando nos ponemos sentimentales/cursis, pero en el fondo estamos pidiendo a gritos no dejar de serlo.

ELA: En el disco hay un dibujo al lado de Pesoa. Hay un poema de Pesoa que se llama “todas las cartas de amor son ridículas”. Es un poema muy famoso en Portugal. Es un poema que tiene ese truco. Cuando empiezas a leerlo, piensas  que tío más cenizo, me está diciendo que las cartas de amor son ridículas, que si hay amor son ridículas. Pero al final dice “los seres que nunca escribieron carta de amor son ridículos”. Si realmente estás muy preocupado por no hacer el ridículo, acabas haciendo el ridículo La idea la saqué de ese poema. Es una de las cosas que sobrevuela todo el disco, la poesía de Pesoa. 

CEC: De acuerdo, “Todos dicen que van a peor los tiempos para la lírica” pertenece al tema “Estafador”. ¿Lo ves realmente así?  ¿Se está perdiendo la creatividad a la hora de contar una historia?

ELA: Todos presentimos cosas, como dualidades. Por un lado, todo el mundo siente que el mundo se está volviendo un poco más pragmático Y de hecho la canción sigue diciendo que todos quieren conquistar el corazón de la gran ciudad, triunfar.  Sin embargo la voz dice “yo sin embargo me encierro aquí y ya está, a mí no me importa”. Si realmente son malos o buenos tampoco debería importar. No creo que sean malos tampoco. Yo viví el final de los 80, la explosión de que todo valía y ese rollo.   Pero yo creo que en general hay más nivel artístico ahora que en los noventa. 

CEC: En “Baixaron as Fadiñas” quedan bastante claros vuestros orígenes. Y defendéis en ese tema, cantarlo íntegramente en la lengua propia, en gallego. ¿Os hubiera gustado en algún momento de vuestra carrera, que dicha carrera hubiera sido íntegramente en esa lengua?

ELA: En realidad no es algo natural. Hay muchos grupos gallegos que cantan en gallego porque hablan entre ellos en gallego. Galicia en ese sentido es diferente a Cataluña. En Galicia se habla mucho en gallego, pero en las ciudades no. En las ciudades se habla muy poco. Nosotros como urbanitas y más de Vigo, que es quizás la ciudad donde menos se habla gallego, componemos en castellano. Tampoco hay algo como de gesto, sale en un porcentaje pequeño, pero no deja de ser la lengua, de nuestros padres y de nuestros abuelos. Es una lengua que hablas a lo mejor un 20%,, pero en cierta medida si la hablas, por muy metido  que estés en una ciudad como Vigo. Es algo natural, como ser sevillano y tener acento sevillano. 

CEC: Vosotros ya tenéis el reconocimiento de la crítica por premios que habéis ganado. Un público más o menos fiel y quince años de carrera. “Eladio y los seres queridos” ¿durará lo que quiera durar? ¿Estáis en ese punto en el que tenéis una estabilidad que permite decidir totalmente el tiempo que queréis seguir o dejarlo?

ELA: Es una buena pregunta, no lo sé. Siempre me he visto un poco en ese punto. Ya hace varios discos que me veo en ese punto. Es decir es estable, en el sentido de que cuando sacamos un disco, hacemos una presentación, hay mucha gente, sabemos hasta donde llegamos y más o menos funciona. Pero por otro lado mucha gente ya te ve como un grupo asentado, que no creas ni haces un boom, es como una carrera larga. También creo que son carreras buenas a la larga, sin grandes subidones ni nada. Pero nunca sé muy bien.  Cuando hice “Orden Invisible” pensé “este es el último, no voy a hacer más”

CEC: Pero ¿por qué? ¿por un tema de presión?

ELA:  No, porque piensas que estás agotado, en el sentido de que no te van a  hacer caso. Depende un poco de ti. A nosotros en directo siempre nos funciona muy bien las canciones de “Están ustedes unidos”. Pero si me quedo ahí  y hago un disco en directo, regrabo las canciones ¿sabes?. Pues seguiré ahí, pero eso lo conecto con lo que te decía antes de “Quemé una bandera por ti”. Había que reinventar el grupo y volver a recargarlo de canciones. Y eso depende un poco del propio grupo. Si el propio grupo, ya en su repertorio sigue tirando de sus canciones conocidas, no acostumbras al público a que siga hacia adelante, a que siga oyendo canciones. 

CEC: Con lo cual entiendo que nunca seréis el típico grupo de grandes éxitos, y lo siguiente un acústico.

ELA: A mí me gustaría grabar un directo,  quizás próximametne. Pero este no era el momento, teníamos que hacer un disco y recargarlo todo de canciones. Y de hecho creo que está funcionando, en el sentido que la gente lo valora. Ahora que hay este parón tremendo, creo que cuando volvamos a salir, lo habrán oído bien y espero que si salimos de esta, volveremos a tocar con canciones nuevas, como si volviéramos a empezar. Eso es muy importante para ir a tocar con ilusión, para refrescarte un poco. Si el grupo  no se refresca ¿qué pasa? Que ya no ensayas, ya no haces, vas a tocar donde te llaman…

CEC: Vas con el piloto automático.

ELA: Puedes poner el piloto automático. Y el grupo podría funcionar perfectamente. De hecho muchas veces decíamos “vamos a dejar de tocar” y no podíamos.  Siempre nos llamaban, para fiestas populares y teatros y cosas así. No hacemos el típico circuito de bares de rock y pop. Ya tenemos incluso un público maduro y a mí me conocen las señoras por la calle y las madres de otros hijos en el cole. De hecho hemos tocado en romerías, porque aparte podíamos hacer parte del repertorio de canción popular. Todo el mundo nos ve como los indies para todos los públicos. Por ejemplo el programa de varietes que hay en la televisión de Galicia, es un programa donde la primera actuación es un grupo de gaitas, la segunda una orquesta de bachata y la cuarta es Isabel Presyler. Pues nosotros a ese programa vamos, nos llaman, es super guay, porque de cierta manera estamos metidos en el imaginario popular. O que nuestras canciones como “El tiempo futuro” se aprenden en colegios y suenan en bodas. No es un rollo que suene en la emisora de música especializada ni nada de eso. 

CEC: Para vosotros ser profetas en vuestra tierra y ya formar parte de la cultura de vuestra tierra, vale mucho más que estar petándolo en todas las listas.

ELA: Claro que nos gustaría expandirnos. Pero para mí el mayor logro que hay es hacer patrimonio.  Da igual si es en Galicia, Aragón, España o Europa. Que una señora de la limpieza cante tu canción es maravilloso. Hay gente que tiene tatuada una letra nuestra, eso es un subidón. 

CEC: Una última pregunta, viendo vuestra web, he visto que teníais programados cuatro conciertos, que empezaban en Abril. Ahora mismo, el tema cultural está parado.

ELA: De hecho, no llegamos a poner las entradas a la venta.

CEC: ¿Hay una cierta preocupación de que esto pueda cargarse un montón de grupos que recién empiecen?

ELA: Cierta no, hay total. Más que grupos, porque los grupos sobrevivirán en la medida que sobrevivan las cosas. El problema, más que  nada, es que si este verano no hay festivales, va a ser muy duro para muchos la supervivencia personal. Es decir, como vamos a llegar a Septiembre, sin festivales, romerías ni nada. Ese es el vértigo que hay ahora. Luego que las productoras que ya tenían todo el festival montado con mogollón de gente. Supongo que al ser una cosa a nivel mundial, será un palo global.