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Domingo, 22 Noviembre 2009 10:29

Depeche Mode en Barcelona. Conciertos del 20 y 21 de noviembre de 2009, Palau Sant Jordi

Escrito por  Publicado en Crónicas de conciertos 2023-2024
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Image by _danielhdr via Flickr

Máxima agitación en el Palau Sant Jordi antes de que el grupo empezase a tocar, con todo el público entregado incluso antes de entrar al recinto. No decepcionó la respuesta de la banda, que ofreció un concierto sobrio que pasamos a comentar. Como ya sabéis, queremos hacerlo de forma objetiva, hablando de estos dos conciertos, con lo que no entraremos en comparaciones con anteriores directos, ni en las ausencias tanto de antiguos miembros como de canciones que no se tocaron. Hablamos de lo que vimos, y lo hacemos intentando abstraernos de pasiones o prejuícios, buscando siempre la máxima objetividad.

Musicalmente ya sabemos que Depeche Mode no son grandes instrumentistas desde un punto de vista técnico, pero su importancia radica en el hecho de que son una banda que ha creado un sonido único y personal, y que además ha influído en distintos géneros musicales y que hasta ahora nadie que conozca ha sido capaz de imitar con resultados tan óptimos.

La banda, sustentada desde sus inicios por una firme base de sintetizadores y teclados (dos o tres según el tema) sigue prescindiendo de instrumentos tan convencionales como el bajo, aunque con el paso del tiempo haya incorporado y otorgado cada vez más importancia a instrumentos igualmente convencionales como la guitarra eléctrica y la batería. En el concierto aquí reseñado pudimos ver a un grupo muy bien conjuntado que en ningún momento mostró irregularidad alguna, fueron ante todo y como la tónica general del mismo concierto muy correctos, no hay nada que reprochar, solamente podríamos apuntar que en conjunto se mostraron algo fríos, algo que no vemos como algo negativo, su música siempre ha tenido ese punto de frialdad, además de ir derivando cada vez a terrenos más oscuros que suelen generar ese tipo de sensaciones.

Lo curioso es que el efecto producido en el público es el contrario, pues éste disfrutó de lo lindo y se entregó al máximo durante las 2 horas que duraron ambos conciertos, y que en el de ayer sábado, tuvo un tema de regalo tras el final habitual de esta gira, el celebradísimo "Personal Jesus".

Gahan estuvo francamente bien con la voz aunque muy controlado (supongo que por precaución debido a razones de salud), y Gore nos mostró como ya es habitual su faceta de cantante, guitarrista y teclista. Como cantante cumple de sobras los requisitos necesarios para dicha labor, además de tener un buen timbre de voz que no riñe en absoluto con el de Gahan, sino que es el complemento ideal al de éste.

Su faceta de guitarrista ya es más discutible, como bien pudimos ver en los pocos momentos que apuntó como solista de dicho instrumento, pero rítmicamente su estilo descuidado (en el buen sentido de la palabra), que nos evoca muchas reminiscencias de músicas de denominación de origen claramente norteamericano como el blues o el country, erigidas además como padres del rock and roll desde tiempos muy lejanos, crea un contraste muy antagónico con la parte más moderna, electrónica y novedosa de la que siempre ha hecho gala el grupo, hecho que no deja de ser curioso porque inexplicablemente encaja a la perfección, mucho más de lo que nunca hubieramos podido imaginar.

Andrew Fletcher y Peter Gordeno (los dos teclistas fijos) quedaron totalmente eclipsados en un segundo plano y casi diría que como meros figurantes de una banda en la que quieren pasar desapercibidos; contribuyen muy poco en beneficio del aspecto más visual o dinámico del show y en cambio si mucho más en el apartado musical. El batería Christian Eigner que sustituye desde 1997 a Alan Wilder (quien se encargaba ocasionalmente de dicho instrumento) se mostró pletórico y lleno de vitalidad, manteniendo y aportando durante todo el concierto ese pulso rítmico que dota al grupo de una robustez y contundencia brillantes, sin duda alguna sintió y vivió cada golpe que daba con las baquetas.

En definitiva, dos buenos conciertos más de la banda, que dejó a todo el mundo con un buen sabor de boca, y pidiendo aquellos temas que cada uno, subjetivamente, echó de menos al término de ambas actuaciones.