Campaña electoral en Catalunya: repaso a cada formación política y sus 'bondades'

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Comencemos por comentar las palabras del señor Joan Puigcercós en un míting de su partido. El cabeza de lista de Esquerra Republicana de Catalunya sostiene que en Madrid viven como reyes y que en Andalucía no paga impuestos ni Diós. Señor Puigcercós, he de decirle que empieza usted con el pie que no es. Y corríjame si me equivoco, pero yo diría que en todo el estado se pagan impuestos. Le aseguro que mi familia, que toda ella reside en Cádiz, paga sus impuestos igual que los pago yo en Barcelona e igual que los paga cualquier madrileño, cualquier murciano o cualquier gallego. El problema de la financiación de Catalunya (y le aseguro que soy un ignorante en todo esto) viene del pacto constitucional, que igual sí valía en su momento, pero que ahora se ha quedado algo desfasadillo.

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Me parece que cargar contra los andaluces o contra cualquiera, es un ejercicio de irresponsabilidad absoluta. Es como si hablando de inmigración decimos que los extranjeros son un lastre para la seguridad social, obviando que durante años toda la gente que ha venido de fuera, han ido enriqueciendo las arcas del estado con sus aportaciones en forma de IRPF, como todo hijo de vecino. Se defiende diciendo que era una expresión coloquial y que no debe tomársele a la ligera. Señor Puigcercós, cuando uno intenta representar a todo un país, no puede dejar de prestar atención a lo que dice y a cómo lo dice. Primero porque siempre habrá quien se sienta ofendido (en este caso con razón) y segundo porque entonces la imagen que se ofrece a los posibles electores (excepto a los descerebrados que hayan tomado sus palabras como ciertas) es la de ser un bruto al más puro estilo Hugo Chávez.

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Volviendo a la inmigración, topamos con el Partido Popular. En el apartado de Inmigración de su programa electoral encontramos varios puntos. Los más destacados son:

1. Hemos presentado una Proposición de Ley de modificación de la Ley de Extranjería que pretende por un lado acabar con las regularizaciones masivas que perjudican al propio inmigrante.

2. Debemos reforzar el control de nuestras fronteras y los medios de lucha contra las mafias que trafican con seres humanos.

3. Queremos favorecer la integración de los inmigrantes que ya están en nuestro país, a través de la asunción de nuestros derechos y deberes constitucionales.

6. En materia de empleo: evaluar las fórmulas contractuales reguladas en la Ley de Extranjería para su posterior mejora y establecer la "tarjeta azul europea" con el fin de facilitar la entrada laboral en España y el tránsito entre los países comunitarios.

8. Regular el contrato de integración para aquellos inmigrantes que deseen establecerse en nuestro país, conforme a lo establecido en el Pacto Europeo de inmigración o prohibir las regularizaciones masivas.

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Los puntos 1 y 8 van de la mano. Por un lado quieren acabar con las regularizaciones masivas (cosa que no se hizo durante el gobierno del señor Aznar, cuando le daban los papeles de residencia a cualquiera que presentase un Bono-Bus del transporte público, por poner sólo un ejemplo), escudándose en una especie de preocupación por el inmigrante, pero por otro lado quieren que todo inmigrante firme un contrato de integración, (y aquí entra el punto 3) mediante el cual se compromete a seguir con la obligaciones y derechos de cualquier ciudadano español. Defienden que es para acabar con las regularizaciones masivas. Pero yo me pregunto una cosa: ¿cómo quieren los señores del PPC favorecer la integración de los inmigrantes, si de entrada los tratas de forma diferente? Porque yo personalmente no tengo conciencia de haber firmado nada por el estilo. Es más, juraría que cuando a un inmigrante se le concede la nacionalidad y jura la Constitución, esto ya se le explica (o debería). A mi parecer, lo único que se puede conseguir con eso sería crear españoles de primera y españoles de segunda, royo antigua Roma, vamos. Unos con más derechos que otros. Así empezó una parte negra de nuestra historia, si no recuerdo mal...
En lo que sí estoy de acuerdo con el PPC es en lo de reforzar las fronteras y los medios de lucha contra esas mafias que trafican con personas (punto 2). Aunque volvemos a lo de siempre: ¿por qué esperan siempre al período electoral para hacer este tipo de propuestas?
Lo que me huele un poquito a la ya conocida como "Fórmula Sarkozy", es el punto número 6. Eso de la "tarjeta azul europea", me suena a que así tendrán una excusa para poder largar a los inmigrantes que no interesen hacia otros países del continente y acoger a los que sí interesen. De todos modos este punto no queda demasiado claro.

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Luego tenemos a la coalición verde: Iniciativa per Catalunya/Verds. Estos son lo únicos que defienden el tripartito como fórmula válida de gobierno. Y me huelo el porqué. Me da que son conscientes de que si no es así, no van a gobernar nunca en solitario y, al menos en un gobierno plural, tienen la oportunidad de decir la suya. Y no me parece mal (ojo!) que un gobierno cuente entre sus socios con un partido que defiende cambiar el modelo productivo del país por el de las energías renovables (que no es ni mucho menos el medicamento definitivo para todos los dolores, pero bueno), que aboga por la mobilidad sostenible, la creación de un entorno favorable a las empresas en cuanto a reutilización de residuos y aprovechamiento de recursos y que, en definitiva, tiene la posición más izquierdosamente (por favor, abstenerse de hacer juegos de palabras con asquerosamente) razonable de todos los que se presentan. Pero espero que si llegan a gobernar, aunque sea en coalición, sepan hacer valer su peso como sea y no se olviden de, por ejemplo, la creación de escuelas para que los miles de estudiantes de primaria y pre-escolar que están estudiando en barracones, puedan hacerlo en centros educativos dignos de llamarse así. O, por poner otro ejemplo, que obliguen a la empresa energética privada a mejorar las infraestructuras para que no pase como en la gran nevada, que estuvo media catalunya sin luz durante días. Y si las empresas no lo hacen en cierto plazo de tiempo, pues que se abstengan a la correspondiente sanción económica.

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Llegamos al Partido Socialista de Catalunya. El señor Montilla defiende la gestión realizada por el tripartito, pero asegura que no lo repetiría. ¿Esto cómo se come? Es algo así como si digo que me encantaba trabajar con mi jefa, pero que no quiero volver a trabajar más con ella. ¿Por qué motivo valora positivamente el PSC su legislatura y reniega de ella a la vez? Supongo que está claro (o mi ignorancia me lo muestra así, vaya) y es porque jamás un político diría que se ha equivocado. La táctica de la gran mayoría de nuestros políticos (a excepción de Labordeta y alguno más que, seguro, desconozco) es la de echar balones fuera. Siempre es culpa de la oposición, de un señor que milita en otro partido que no es el suyo o, en su defecto, de cosas ambíguas e intangibles como una situación determinada o un vetetúasaberqué. Intuyo que la gente asocia a su partido con el PSOE estatal y eso le hace más mal que bien a este señor de rictus impasible.
Sea como fuere, me da que el President Montilla está algo quemadillo y a su partido no le iría nada mal un cambio de imagen. Al más puro estilo Zapatero, pero empezando por él mismo. Así igual no pierden tanto como parece que van a perder el día 28.

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Pasamos a Ciutadans. En líneas generales, el señor Albert Rivera, cabeza de lista de su partido, es bastante coherente con lo que dice. El problema es que se olvida de los contínuos ataques que desde otros partidos, principalmente el PP, se han llevado a cabo en los últimos tiempos contra Catalunya. De acuerdo que Catalunya es parte de España (le pese a quien le pese), pero según mi opinión, uno no puede dejar que le ataquen simplemente por su procedencia. Desde Ciutadans defienden que no se puede discriminar a nadie por su lengua, religión o procedencia. Pero lo cierto es que cuando uno se pasea por el resto de España, es inevitable oir comentarios despectivos en contra de los catalanes y en contra de Catalunya. ¿Que su partido quiere normalizar las relaciones con el resto del Estado? De acuerdo. Pero se puede normalizar la relación y a la vez defender a Catalunya y sus intereses, sin necesidad de agachar la cabeza ante lo que diga el Estado, por muy parte de él que se sea. No estoy seguro de que la solución a los problemas de Catalunya pase por la autodeterminación. Lo que sí sé es que si tanto desea España que Catalunya no tenga su independencia, deberían empezar por hacer un esfuerzo y comprender la naturaleza de este pueblo. Porque al fin y al cabo, los ataques a Catalunya por parte del Estado español y de los partidos políticos de Madrid, no dejan de ser un ataque contra una parte de sí mismos. Y eso no parece muy inteligente.

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Para terminar, hablaré de Convergència i Unió. Según las encuestas publicadas hoy por los periódicos, son el partido que ganará las elecciones catalanas, incluso con mayoría absoluta. El señor Artur Mas se las promete felices después del próximo domingo. Claro que si gana, será la tercera vez que lo hace, pero la primera que gobierna. Curiosa situación, la suya... La táctica que sigue su partido es la de dejar que los otros se maten entre ellos y elegir bien cuando dejarse ver. No es una mala táctica, la verdad. Lo que pasa que hay que saber utilizarla porque se corre el riesgo de quedar como el que no está ahí. Pero parece ser que no es el caso, a juzgar por los periódicos. El segundo gran partido de Catalunya, el que gobernó durante tantos años en nuestro País, puede ser que llegue de nuevo a tocar la gloria electoral, gracias en parte al descalabre del gobierno tripartito. Es un poco como lo que le pasó al PSOE, en las elecciones que ganaron hace seis años, después de los atentados de Madrid, pero en lugar de bombas, esta vez será gracias a la crisis.

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Personalmente, el señor Duran i Lleida me parece un hombre apto para la política. Puedes no estar de acuerdo con él, pero da la sensación de tener siempre en cuenta la opinión de los otros. Al menos esa es la imagen que me transmite. Es una especie de Josep Piqué.
Lo que espero de este partido si llega a gobernar, es que sean capaces de, como dice su programa electoral, llegar al consenso político, social y económico que nos haga salir del pozo en el que estamos, llevando a Catalunya a crear puestos de trabajo, así como a tener la cofianza necesaria que fortalezca nuestra identidad nacional y garantizar nuestro derecho al autogobierno.
Ser catalán, igual que ser español, no debe ser necesariamente algo negativo. La normalización y el fortalecimiento de la identidad nacional, no debe implicar despreciar al que no es como tú.

En fin, esperemos que toda la pelea y el ambiente hostil que se respira en esta campaña se diluya una vez acabadas las elecciones, y que todos los grupos parlamentarios se pongan manos a la obra para sacarnos de esta. Porque si después de la que están liando (sin hablar de los partidos sin representación en el parlamento), resulta que seguimos igual que hasta ahora, a las próximas elecciones me presento yo, que menudo dictador se está perdiendo el mundo conmigo.