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Viernes, 29 Octubre 2010 13:59

La existencia de un Dios y lo mal que se hace todo.

Escrito por  Publicado en Columna de Opinión de CEC
God is my Partisan

Image via Wikipedia

La respuesta a la pregunta sobre si hay Dios, dependerá de a quien se la hagamos. Si es a cualquier persona de las que van a recibir al Papa como si fuera una estrella de rock, la respuesta será diametralmente opuesta a la que podemos obtener, si le hacemos la pregunta a cualquiera de los que asistieron al concierto de Guns & Roses, la semana pasada en Badalona.

Personalmente, me da bastante igual si hay Dios o no. Soy lo que se podría llamar un agnóstico convencido. Es más, si Dios existe me gustaría hablar con él, a ver si se le cae la cara de vergüenza.

En lo que sí creo es en una especie de equilibrio universal, que hace que tarde o temprano, todo se acabe igualando. Pero vayamos por partes...

Desde mi infancia he sido consciente de que más allá de la vida que llevemos aquí, es posible que exista algo que no alcanzamos a comprender. No me refiero a un más allá o algo así de místico, sino a algo así como una reestructuración de la energía que llevamos dentro, antes de volver a fundirse con el resto de energía del mundo mundial. No es que de golpe me haya vuelto un espiritual, ni tampoco voy a contar lo que pude experimentar en mi infancia para creer esto, pero por una parte estoy convencido de que algo debe haber.

Esa creencia en algo me lleva al punto de convencerme de ese equilibrio universal del que hablaba antes. ¿Es posible que todo lo que hagamos en ciertos momentos de nuestras vidas, nos sea devuelto más tarde? A eso me refiero con equilibrio. Es, como queda plasmado en una frase típica de nuestro refranero, recoger lo que se siembra.

Cuando uno ha llevado una vida de excesos, cuando uno ha cometido actos de la más sublime bajeza moral (¿eso existe?) durante bastante tiempo, resulta inevitable que al encontrarse ante situaciones adversas, se le plantee la posibilidad de creer que todo ocurre por alguna razón, que todos esos actos reprochables que cometió tienen su eco en lo que sucede en la actualidad, y que irremediablemente uno abrace a ese sentimiento como si fuese una verdad absoluta.

 

Dios Existe

Image by jon|k via Flickr

Lo bueno es que es sensación de que todo está regido por algo más poderoso que tú, sólo aparece cuando te enfrentas a esas situaciones adversas, mientras que al pasar el mal trago, todo vuelve a la normalidad (¿eso existe también?) y te das cuenta de que todo, absolutamente todo en esta vida es cíclico.
Hemos de pensar que si la vida fuese siempre maravillosa, entonces no tendría más aliciente que el de la fiesta que no acaba en días; excitante al principio, pero acabas pensando en la hora en la que te derramarás sobre la cama.

 

Al final, cuando todo retorna a lo que viene siendo la rutina, te planteas si realmente existe ese orden universal, o si no es más que la insistente manía que tenemos los humanos de cargarle las culpas de todo cuanto nos ocurra a algo "sobrehumano", en lugar de aceptar lo que nos sucede, levantarnos y tirar hacia adelante como sea. Y es que, admitámoslo, nos encanta delegar responsabilidades y sentirnos fuera de toda culpa, cuando en el fondo sabemos que la vida no son más que situaciones que se repiten, ciclos que pasan y vuelven más tarde.

Y esto me devuelve a la pregunta inicial: ¿Existe Dios? Porque si Dios existe y nos hizo a su imagen y semejanza, entonces menudo chapuzas esté hecho el Creador. Y si no existe, y no hay nada más grande que nosotros que nos ayude desde algún otro lado, en ese caso, que el no existe nos coja confesados, porque vamos "daos".
Supongo que haber releído Los Infortunios de la Virtud, de Sade, no ayuda nada cuando tienes un momento de reestructuración emocional. Debería aprender a elegir mejor mis lecturas, me temo...