Si hay un Día Mundial para la Libertad de Prensa, es que no hay libertad de prensa. Y no la hay por las mismas razones que lo dominan todo: económicas y políticas.
De todos es sabido que los editores y responsables de los principales periódicos y medios de comunicación, OBEDECEN a unos intereses comerciales (si publicas esto, pones en riesgo una inversión publicitaria), o ideológicos (esto no lo vas a publicar aquí, porque no va con la ideología de los que realmente mandan).
Y en caso de tener unos jefes que sí te dejan ejercer tu profesión libremente, puede que las presiones que recibas, por parte de los afectados por tal o cual noticia, acaben con violencia, amenazas y demás lindezas humanas...
No existe tampoco la libertad de expresión total, pues uno antes de calificar a algunos entes fácticos y poderosos, debe echar un ojo al manual de lo que es legal y lo que puede suponerte un problema. Estar muy bien cubierto y apoyado por un poderoso grupo empresarial es cada vez más importante para un periodista que quiera denunciar y explicar a la gente lo que realmente está pasando en cualquier ámbito del periodismo.
Los tiempos que se avecinan no son nada halagüeños: todos sabemos que se quiere controlar a internet y las redes sociales por parte de los Gobiernos, y hoy mismo publicamos una iniciativa para que el PP no pueda designar el nuevo responsable de RTVE a dedo, según sus intereses.
El periodismo pasa por uno de sus peores momentos, mientras que la información no: con los móviles, twitters, internet, redes sociales y mi elementos de la sociedad de nuestros días, tenemos más información que nunca: precisamente porque la gente obtiene "su" información a través de sus redes, aunque no esté realmente contrastada y al cabo de pocos días aparezca una nueva información que desmienta la primera, y todo se quede en la nada.
La crisis económica también está haciendo estragos en las redacciones: ya no te pagan ni el taxi para ir al lugar de la noticia, y se prefiere solucionar los temas con una llamada telefónica, algo que también representa una rebaja en la libertad del periodista.
La función del periodismo de ejercer el "contrapoder", está quedando degradada, era tener varias fuentes, contrastarlas, y con el resultado de ellas, acercarse a la verdad. Por todos los puntos anteriormente citados, la libertad de prensa es, actualmente, una mentira más de nuestra sociedad del malestar, y hay que luchar por ella a diario, no sólo hoy. Desde CeC, como sabéis, nos comprometemos a ello, desde nuestra total independencia... si nos dejan, porque aún siendo independientes de cualquier poder fáctico y de cualquier ideología, el poder tiene muchos recursos, que son en esencia ilegales y nos podemos encontrar transformados en legales por gracia divina.