Me encanta. Lúcida como pocas. He disfrutado como un jabato leyéndote. Gracias por este texto, y por existir personas como tú. Limpias, sinceras, cuadradas ante los comportamientos humanos más barribles de la tierra.

Y ese es también el problema: si tantos no tragaran, los trabajadores serían más respetados. Pero este hecho, no exime de culpas a los "empresarios".

Una visión mucho más profunda de lo que parece. Felicidades por tal texto.