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Jueves, 01 Mayo 2014 19:16

Conversaciones con Oscar Broc ("Modernillos de mierda"), por Sergio Sada ("Mis huevos toreros")

Escrito por  Publicado en Mis huevos toreros

Una mañana te levantas y sabes que ese día será distinto en tu monotonía.

Desayunar al lado de Oscar Broc mientras él bebe una caña a las 10h de la mañana, no tiene precio.

Un periodista de esos a los que merece la pena seguir por lo transgresor y provocador de su trabajo, el cual se dispara hasta límites insospechados cuando escribe su esperada columna: Modernillos de Mierda. Una feroz sátira al moderneo catalán y, sobre todo, a la ola 'hipsteriana' que invade la ciudad de Barcelona...

Y es que al final, provocar mola mogollón, pues por mucha clase de bichos/as que habiten entre nosotros y que sigan las últimas tendencias de todo lo que creen que es “no comercial”, no dejan de ser unos retrógrados de derechas en muchos de los casos.

La polémica está servida y la conversación no puede ser más amena.

-Parece que dentro del periodismo has hecho de todo tipo de cosas, incluso estuviste en la revista Mondosonoro durante una época, ¿verdad?

-Si, así es. Recuerdo esa época con especial ternura. Echando la vista atrás, te das cuenta de cómo han cambiado las cosas con el tiempo. El Mondosonoro era una de las pocas primeras revistas musicales gratis que salían con cierta seriedad.

Recuerdo las reuniones con todos los redactores sentados en un suelo de moqueta hecho mierda y repartiéndonos los discos como si fueran galletas. Era todo muy informal. Había gente que ahora está escribiendo en muchísimos sitios.

-¿Piensas que ha cambiado para mal el Mondosonoro?

-No, que va. Además, al Mondosonoro le estoy eternamente agradecido porque creo recordar que antes de esa revista yo solo escribía en fanzines. Un día llegué allí, les dije que quería escribir y me dijeron que sí. Fue tan fácil como eso. Ir a la redacción.

A mí como a mucha otra gente me sirvió de trampolín y creo que se ha mantenido más o menos fiel a lo que siempre ha sido. Te puede gustar más o menos el rollo que lleva, pero creo que no ha cambiado.

-¿Y después de ese trampolín?

-Después estuve en una revista que se llamaba Abarna. Si Mondosonoro era la revista para la escena más guitarrera, esta revista lo era para la escena deBarcelona. Algo más electrónico. Desde ahí empecé a saltar a todas las revistas que salieron.

Una época en RockdeluxeDisco 2000… Un poco todas las que han ido saliendo. He sido siempre un mercenario muy aplicado.

Aunque las revistas te vendan el rollo romántico, en el fondo lo que quieren es tipos que entreguen algo decente en la fecha y eso siempre se lo he dado a todas las revistas. Como mercenario tengo que decir que me he curtido en todas las revistas.

-¿Y siempre has dicho lo que piensas o es más bien un personaje que tú solo te has creado?

-Quizá cuando empezaba no iba de este palo porque me habrían dado un par de hostias, pero la verdad es que siempre he escrito más o menos así. Ha sido mi línea y creo que a la larga me ha beneficiado porque es un tipo de escritura diferente. A las revistas siempre les ha interesado este tipo de escritura extravagante y exótica. Aunque hay mucha gente que cree que puede perjudicar, yo tengo que decir todo lo contrario.

-Tío, yo escribo para algunos medios y siempre tengo que poner más o menos bien las cosas porque si no, corremos el riesgo de que las promotoras no nos vuelvan a ofrecer más acreditaciones. Realmente hay veces que me gustaría decir que lo que estoy viendo es una puta mierda.

-No sé cuál es el secreto. Con Modernillos de Mierda nos pasaba una cosa curiosa. Cuando hacemos festivales más importantes como el Sonar y el Primavera SoundIsaac MarcetJavier Blánquez y yo pensábamos que nos iban a retirar las entradas y a decirnos de todo. Pero realmente resulta que están encantados con este tipo de textos.

Creo que en el fondo hay gente con sentido del humor en este negocio. Si es cierto lo que dices, que a la hora de hacer críticas más específicas de otras cosas, tienes que bajarte los pantalones y abrirte el culo de par en par. Yo lo he hecho. He puesto bien cosas que son una puta mierda. Todos lo hemos hecho infinidad de veces en nuestra carrera.

No somos héroes románticos.  Somos parte del engranaje de una empresa y como toda persona que está en una oficina haciendo algo que no le gusta, pues alguna vez tenemos que poner bien algo que es una basura.

-¿Y cómo has dado el salto para no hacerlo?

-Te juro que no lo sé. Muchas veces me pregunto cómo es posible que esta gente deje que escriba esto en su revista. No lo entiendo.

También te digo que en Barcelona yo siempre he tenido la suerte de ir a las revistas y a los sitios en los cuales estaba Javier Blánquez. Él siempre ha sido el tipo que me ha dado de comer. Casi siempre he tenido que responder ante jefes de redacción que me han sabido comprender, pero Javier que ha sido mi jefe de redacción en los principales lugares, es el tipo que ha sabido darme cobijo y publicarme cosas que otros no se habrían atrevido a publicar.

-¿Alguna vez tuviste problemas por escribir según qué cosas?

-Sí claro, pero nunca llega la sangre al río. Al fin y al cabo estás escribiendo, no estás matando a nadie.

-¿Pero tú no lees los comentarios que deja la peña cuando escribes Modernillos de Mierda?

-Tengo por norma: no leerlos.

-Pues son muy buenos tío.

-Ya lo sé. Sonará como el típico tío que está de vuelta de todo y que le gusta que le insulten, pero creo que Modernillos de Mierda no se entendería sin los comentarios de la gente indignada y de la gente que nos odia. Lo digo sinceramente, esa es la gente que realmente da sentido a Modernillos de Mierda. Y aprecio mucho a los fans, pero la gente que se indigna por el texto de un tío que va fumado hasta las cejas de porros y que seguramente se está inventando todo lo que está escribiendo sobre la marcha, son los que dan sentido a todo.

Conseguir hacer de una broma absoluta algo y que la gente se tome en serio y se indigne con ello. Yo creo que los comentarios son parte indisoluble del texto. Van juntos. Sin ellos no se entendería Modernillos. Creo que esa es la gracia del tema.

-Mola que levante polémica.

-Más que polémica, el insulto barato. Agradecemos incluso que la gente saque su instinto más primario, se vuelvan auténticos orangutanes y te insulten porque tú has dicho que los que comen tofu son unos maricones, cuando sabes que lo que estás diciendo es una absoluta gilipollez.

Me gusta ese intercambio extraño entre la broma y la realidad absoluta de la gente que se lo toma como algo personal.

Yo no los leo nunca, pero hay gente a la que le mola joderme la vida y me lo cuentan, entre ellos mi novia. Ella dice que el mejor es uno en el que me llaman pajillero y dicen que no he follado nunca cuando de lo que estoy hablando es de bicicletas o de una zanahoria biológica.

La gente siempre ataca por esos flancos. Se creen que soy un pajillero hecho polvo y también me gusta que se cree ese mito alrededor. La gente girada es la que da más sentido a Modernillos. Sin duda.

-¿Y cómo llegas a hacer Modernillos?

-Es absurdo. Modernillos de Mierda no lo creé yo. Es una invención de Javier Blánquez. Teníamos que hacer una columna para hacer una sátira sobre el mundo de los modernos y Javier trajo la idea de Modernillos de Mierda y hacer algo que no fuera demasiado elevado ni un estudio filosófico desde dentro de los modernos. Quería que fuera un insulto directo en la cara de la gente y muchas veces con argumentos casi irracionales, es decir, que los pudiera rebatir hasta un retrasado.

La idea era esa, hacer algo muy primario pero a la vez que estuviera escrito como una novela de Lovecraft. Algo muy barroco y dirigiéndote a una audiencia muy culta, cuando lo que estás diciendo es una absurda gilipollez.

El nombre es de una crítica que leímos hace muchos años. Todo es una broma muy personal que se ha convertido en algo muy popular. Todo empieza como una broma, te lo digo muy sinceramente, y que ahora se nos ha ido de las manos.

-Pero hace poco parasteis el tema…

-Pura mercadotecnia. La muerte de Modernillos de Mierda es una farsa como una catedral. Todavía no sé por qué lo paramos. Se nos ocurrió la idea de matarlo. Supongo que estábamos influenciados por el rollo de Sherlock, el que muera y vuelva… yo que sé. Como somos dos nerds absolutos, decidimos matarlo para luego resucitarlo. Una gilipollez, otra broma.

-¿Cuánto hay de verdad en lo que escribes sobre los modernillos?

 -Realmente no lo sé. La gracia de estos textos de mierda es que están escritos en broma pero en realidad hay mucho de verdad en lo que estás diciendo.

Si quieres seguir leyendo la entrevista completa, hazlo en "Mis huevos toreros", un blog de Sergio Sada, recomendado por Culturaencadena.com

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