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Domingo, 28 Abril 2013 17:31

Crítica de la obra "Las Rusas", en el Teatro Infanta Isabel de Madrid.

Escrito por  Publicado en Mejores obras teatro recomendadas 2017-2018

Lo primero que te llama la atención de Las Rusas es lo mucho que se puede hacer con tan poco. Cinco personajes y 4 objetos de atrezzo mal contados dan paso a una obra divertida, fresca y muy macarra. ¿Y dónde está el secreto? Pues en que cada pequeña cosa o pequeña persona que forma parte de la obra está muy pensada, muy trabajada y muy bien colocada. 

- ¿Sólo una tele y un video? - ¿Para qué necesitas más para representar un salón ochentero? 
- ¿Cinco personajes?  - Exactamente los que necesita la obra. 
- ¿Una máquina tragaperras? - ¿Acaso hay algo más representativo de un bar?
 
 
Lo magnífico de las Rusas es su complejidad basada en la más simpleza absoluta. Ningún personaje es innovador y rompedor: Los rusos mafiosos, el españolito salido, dos hermanas, una tonta y de buen corazón y una lista que se aprovecha de la primera. Pero es que en Las Rusas nada es lo que parece, y precisamente el desarrollo de esos personajes nos hará sorprendernos, reirnos y disfrutar la obra en su totalidad.
 
La obra rinde homenaje a la España que quedó en segundo plano por la fuerza de la movida y de la transición: La España que se resistía al cambio, la España cañí que veía como su mundo desaparecía dando a lugar a otro donde solo quedaba adaptarse o morir. Sin embargo la adaptación tendrá sus dificultades...
 
 
Cabe destacar la actuación de Ana Morgade, que hace doblete como personaje y como guionista. Su personaje, Paca, será la protagonista de los momentos más divertidos de la obra, marcando el ritmo de la acción y manteniéndose como la roca alrededor de la cuál se muevetodo. Pero no solo Ana hace un papel maravilloso. Julia de Castro destaca por su papel histriónico y su increíble voz, Rubén Martínez con un ruso perfecto, Paula Galimberti da momentos de brillantez a la obra y Pablo Paz borda el papel de gallego perdido en Madrid. Además, que los propios actores se salgan de sus personajes para hacer de narradores es brillante y le da a la obra un ritmo diferente.
 
 
No puedes perderte esta obra gamberra, más propia de Almodóvar que de la movida con la que te reirás en uno de los teatros más emblemáticos de Madrid y a la mejor hora: La sesión golfa.