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Viernes, 06 Diciembre 2019 13:30

Crítica de la serie VWARS en Netflix España. Miedo al aburrimiento, aburridos del miedo: Mierdimiento nuevo término CEC para designar las fórmulas ganadoras que ya no funcionan... o sí

Escrito por  Publicado en Críticas Series 2023-2024

CRONOLOGÍA DEL TEDIO ESPERADO... NO SURPRISES

VWARS... esperadísima por todos y una gran decepción que cumple con nuestras nulas expectativas de sorpresa. Una nueva y tediosa diversión, COÑAZO absoluto visto un millón de veces y que, aún así, no deja de desconcertarnos que enganche. 


Una enfermedad se apodera del planeta. ¡OH Catastrofe de positrones expandidos sobre la faz de la Tierra! De repente el ADN del infectado empieza a mutar volviéndolos vampiros capaces de digerir sangre humana. Pero estas bestias nada tienen que ver con los seres enigmáticos y arrebatadores que tenemos en mente al más puro estilo Robert Pattinson, capaces de telemáticamente provocar orgasmos a toda fémina necesitada de romanticismo absurdo.

No, los chupópteros de VWARS son bastante más gorrinos a la hora de sentarse a la mesa. Su hocico puntiagudo nos recuerda al de un depredador, afilados y numerosos dientes evocan a los de las pirañas y la hipercifosis nos traslada al modelo Nosferatu. Nada que no se haya imaginado, temido, concebido o visto antes.

Ian Somerhalder que podría ser el reclamo publicitario del nuevo bodrio de Netflix ya está mayorcito así que las defensoras de tan bello portento de masculinidad (discutible) se van a tener que pensar dos veces los argumentos en favor del actor. Esto es un poco como Jason Momoa en See (aprovechamos el inciso para recomenda la crítica AQUÍ). No vale nada pero aporta visitas, pues tiremos de Somerhalder que total...

A unos diálogos lamentables se le suma un dirección catastrófica que sin necesidad de ver la serie ya sabemos hacia donde van siendo su próxima estación: NINGÚN SITIO y FINAL DE TRAYECTO.

Las actuaciones... tres cuartos de lo mismo. Podría perfectamente ser una serie emitida por la televisión pública al más puro estilo "numbers", "mentes criminales", "NCIS" o algún peñazo similar en donde las mismas palabras y fórmulas se repiten hasta hacer que el ajo sea un bocatto di Cardinale

Y como colofón aparece el típico personaje que nos saca de quicio: la reportera intrépidamente estúpida hasta la médula, pequeña bomba sexual asiática de morros ensiliconados y largas pestañas postizas que juega (FATAL) el papel de mujer emancipada del siglo XXI cuyo becario es el TOY BOY de turno y cuyo carisma se asemeja al del bacalo en salmuera. ¡Por favor! 


Los enfoques de cámara sin estilo alguno son el estandarte del no salirse del guión. Estaba claro que el objetivo era hacer una serie ganadora de público masivo + IVA. 

Nada más que añadir a tan elaborada producción.