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Las series de televisión y la música están viviendo un romance. De Glee a Treme, pasando por True Blood y el final apoteósico de Hannah Montana, 2010 ha sido "el año".
El momento era propicio: por un lado, la crisis de la industria discográfica y por el otro, la edad de oro de la ficción televisiva. La televisión tiene audiencias globales millonarias; es la plataforma perfecta para que una estrella del rock relance su carrera o para que dos gemelas de Kentucky se den a conocer.
Música en serie ha entrevistado a los mejores supervisores del momento, gente como Gary Calamar (True Blood, A dos metros bajo tierra) o P.J. Bloom (GLEE), a periodistas especializados, a músicos tan diferentes como Selena Gómez y The Fray, a agentes... y al que quizá sea el mejor compositor de música para cine y televisión de la última década, Michael Giacchino (Oscar por Up, Emmy por Perdidos, incontables nominaciones). Ellos nos han contado los cómos, los porqués y los cuántos de una relación en la que, como en casi todas, los sentimientos y el dinero son importantes.
