La notoria ausencia de la Corona en las exequias de Delibes, distinguido tanto con el Premio Cervantes como con el Príncipe de Asturias de las Letras, no ha pasado inadvertida para los españoles. Y mucho menos para los más de 20.000 vallisoletanos que se volcaron en la despedida al escritor. Los Reyes, que habitualmente prestan una especial atención al mundo de la Cultura, sí dieron personalmente el pésame a la viuda de Camilo José Cela en la Clínica Cemtro, el mismo día –17 de enero de 2002– en el cual el Premio Nobel de literatura falleció en el citado centro hospitalario de Madrid.

Según fuentes de La Zarzuela consultadas por LA GACETA, “no se descarta” que la Familia Real asista a futuros homenajes póstumos que, en fechas próximas, se celebren en memoria de Miguel Delibes. En declaraciones a este periódico, las mismas fuentes trataron de justificar ayer el vacío institucional de la Corona en las honras fúnebres a Delibes, aludiendo a que “inmediatamente después de conocerse la triste noticia del fallecimiento”, Sus Majestades remitieron “un cariñosísimo telegrama” a la familia para expresar sus condolencias. Un telegrama, es cierto, en el que los monarcas destacaron que el escritor los había distinguido siempre “con su amistad invariable y afecto sincero”.

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Una corona de flores

El mismo portavoz de La Zarzuela hizo hincapié en que, el mismo viernes, los Príncipes de Asturias enviaron a las exequias de Delibes una corona de flores como muestra de su admiración y su cariño al autor de Los Santos Inocentes. Aquel día, el Heredero aterrizó en Madrid procedente de la toma de posesión del presidente electo de Chile, Sebastián Piñera. Una toma de posesión no exenta de sobresaltos. De hecho, la réplica del seísmo que sorprendió a los asistentes a la ceremonia en Santiago es uno de los pretextos esgrimidos por la Casa del Rey en su intento de justificar el mutis de Don Felipe en la despedida al escritor.

De acuerdo con la agenda oficial previamente diseñada por los asesores de palacio, en la mañana del viernes, la Princesa de Asturias –que hace apenas unas semanas estrenó calendario propio de actos públicos–, recibió en audiencia privada en La Zarzuela, entre las 11 y las 12:30 horas, a los patronatos de un par de fundaciones y a la Junta Directiva de la Lucha contra la Leucemia.

Por su parte, doña Sofía, que el miércoles había realizado un viaje oficial a Chipre, tampoco alteró su agenda por el fallecimiento del escritor y, el sábado, acudió a la cita que año tras año reclama su presencia en la inauguración la kermés benéfica organizada por la Asociación de Damas Diplomáticas. De acuerdo con la misma agenda oficial, la Infanta Elena atendió a un único acto oficial en la semana del fallecimiento de Delibes.

Concretamente, la primogénita de los Reyes recibió en audiencia, a las 11 horas del miércoles 10 de marzo, a una representación de los organizadores y colaboradores de la X edición de la campaña solidaria “Un juguete, una ilusión”, presididos por el director de Radio Nacional de España, Benigno Moreno Castaño. En cuanto a la Infanta Cristina, establecida junto a su familia en Washington, ha espaciado notablemente su actividad oficial en nuestro país y, esta semana, las previsiones del Departamento de Comunicación de la Casa del Rey no contemplaban su presencia en España.