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Jueves, 01 Septiembre 2011 07:23

A favor de entender la reforma de la Constitución: lobo hambriento camina más rápido

Escrito por  Publicado en Aquí hay tema
110824 Portada Público

Image by sergio m. mahugo via Flickr

- "Asumir que los recursos son limitados, no es ningún drama en un país ya desarrollado como este y obliga a no tirar el dinero como se ha estado haciendo desde hace muchos años, cuando creíamos que el dinero caía del cielo y era ilimitado, a base de subvenciones de la Unión Europea, y que daban pie a menudo a inconscientes inversiones y obras muchas veces deficitarias".

- "lo primero que deberían saber los que no aceptan que se cambie un artículo de la Constitución sin haberlos consultado, es que cuando van a las urnas y votan a un partido político u otro para que les represente, deberían haberse leído antes la letra pequeña, que legitima claramente a esos políticos para la absoluta presentación en su nombre, para que gobiernen y legislen".

- Sobre esas pancartas de 'Frenemos la constitución capitalista...": "Imponer un déficit cero no es una medida capitalista, sino todo lo contrario, pues es en sí, una obligación a no hipotecarse y embargarse más"

- Dejemos nuestro empeño de ser ricos y de tener más a base de hipotecas y más hipotecas, y seamos en conjunto todos mucho más efectivos y sensatos.

Decían los indios americanos: "LOBO HAMBRIENTO CAMINA MÁS RÁPIDO..".



 

 

El Gobierno de España ha iniciado los trámites para introducir una reforma en la actual Constitución, e introducir el nuevo artículo 135, que establece un pacto de estabilidad presupuestario. Dicho artículo, establecerá un límite de endeudamiento que lo sitúe cercano a déficit 0. Ante esto, muchos han puesto el grito en el cielo, y exigen que, para este cambio, se haga antes una consulta a los ciudadanos, o sea un referéndum. Pero en esta cuestión hay dos cosas bien diferenciadas: una es el derecho a decidir, y otra bien distinta, la opinión que tengamos cada uno sobre cómo nos afectaría la implantación de dicho límite deficitario.

 

Artículo 14

Image by Landahlauts via Flickr

Lo primero, lo del derecho a decidir, es un derecho propio, que tenemos todos cuando algo nos afecta en el ámbito más cercano y personal, como por ejemplo, en las decisiones en una comunidad de vecinos. Y que, por contra, no tenemos cuando por ejemplo se hacen reformas en tu barrio o en tu calle, y que pueden afectar muy significativamente, para bien o para mal, a tu vida privada. Nada de esto se cumple actualmente e incluso los diferentes intereses de cada persona harían muy difícil el consenso.

 

Pero otra cosa muy diferente, es el derecho a que el ciudadano legisle y decida a "bote pronto", y por él mismo, un tema tan complejo e importante como es la aprobación de una ley tan significativa. Ya se sabe: en España das una patada y te salen veinticinco filósofos y cuarenta economistas por metro cuadrado, que se hartan de debatir leyes de todo tipo en tabernas, estadios de fútbol, y reuniones de botellón.

Pero vayamos por partes: lo primero que deberían saber los que no aceptan que se cambie un artículo de la Constitución sin haberlos consultado, es que cuando van a las urnas y votan a un partido político u otro para que les represente, deberían haberse leído antes la letra pequeña, que legitima claramente a esos políticos para la absoluta presentación en su nombre, para que gobiernen y legislen y, por lo tanto, que hagan y deshagan cuantas leyes les plazca y crean convenientes.

Primer 'pero' que ponerle a todo esto... alguno preguntará: ¿y que pasa si eres un ciudadano como yo, que no vota y que no apuesta por el actual sistema político y parlamentario?. Pues en ese caso, te callas. ¿Por qué querer decidir sobre una ley que afecta algo que en el fondo uno no apoya, ni comparte, ni le importa...? Personalmente, no lo entiendo.

Pero ya que estamos obligados a vivir en un sistema, al menos, sí que estamos obligados a entenderlo, y a mi parecer, esta reforma necesita ser meditada profundamente y en particular por cada uno de nosotros. Está claro que si uno tiene la capacidad suficiente para tal propósito, pues me temo que dado la enorme incultura que asola este país de Príncipes y Belenes Esteban, ¿¿¿¡¡¡me entiendes!!!???, pocos están capacitados para profundizar en el tema, y lo único que muchos harán será berrear a coro eslóganes que han oído a otros por ahí, como por ejemplo. "¡Frenemos la Constitución Capitalista!"

¡Pero es que la Constitución, votada por los ciudadanos no es ni capitalista, ni feminista, ni azul, ni verde, ni nada parecido, sino simplemente, Constitución!, Otra cosa es el sistema económico dominante actual, que sí es plenamente capitalista, pero no una Constitución, que es un simple reglamento, con diferentes leyes que evidentemente hay que ir actualizando con los tiempos; otra cosa muy diferente, es que uno no sea constitucional y que no quiera vivir bajo un régimen constitucional.

Para ir ya al grano, imponer un déficit cero, o sea una obligación a que las diferentes organizaciones territoriales y estatales no se hipotequen más de lo que pueden, no es una medida capitalista, sino todo lo contrario, pues es en sí, una obligación a no hipotecarse y embargarse más, teniendo que pagar luego las consecuencias de pagar enormes intereses, que lastren nuestros propios recursos, acabando como siempre siendo víctimas de los implacables mercados.

Se trata de asumir, como si de una familia se tratara, algo así como: "pues esto es lo que hay y con esto tenemos que apañarnos..". Pero asumir que los recursos son limitados, no es a mi parecer ningún inconveniente ni es ningún drama en un país ya desarrollado como este, sino que obliga, lo primero, a no tirar el dinero como se ha estado haciendo desde hace muchos años, cuando creíamos que el dinero caía del cielo y era ilimitado, a base de subvenciones de la Unión Europea, y que daban pie a menudo a inversiones y obras muchas veces deficitarias. Obras y servicios a veces muy mal gestionados, por donde el dinero se iba escapando en todas direcciones y formas, incluida la más generalizada: la corrupción, y que crearon en la práctica la famosa "cultura del pelotazo".

 

Constitución española

Image by Pedro del Moral via Flickr

Tener un tope de deuda, nos obligará por "narices" a todos a afinar, primero a los políticos, pues estos estarán más obligados a gestionar los limitados recursos y cada euro de la manera más eficaz y obligará igualmente a los ciudadanos a estar muy atentos y alertas a que estos sean bien empleados. También contribuirá a no seguir alimentando a esos mercados especulativos que operan, especulan y se lucran de esas propias deudas. Yo veo muy positivo asumir y ser realista con lo que uno tiene, pero para esto, algunos tienen que desprenderse de enormes prejuicios y estereotipos, especialmente del más dañino de estos, el de: "si no tenemos mucho (dinero, pasta, euros), aunque sea robado, no pondremos crecer y desarrollarnos", pero es que, ahora mismo, lo más urgente no es crecer, sino todo lo contrario, no crecer más, sino desarrollarse estabilizando y fortaleciendo todo lo que tenemos, o sea el llamado estado del bienestar, pensiones, sueldos, sanidad, etc. y mantener la seguridad social bien sana y robusta.

 

Tenemos que entender que un país no puede y no debe crecer como un gigante con pies de barro, pues con el tiempo y al primer paso se caerá haciéndose añicos y sobre todo habrá que entender que no siempre crecimiento implica desarrollo, como es la actual situación, y un ejemplo al respecto de esto lo tenemos en un producto y marca puramente Española como es el Corte Inglés, que sigue manteniendo su posición de liderazgo por ventas en Europa y en el Mundo de grandes almacenes, aunque su beneficio lleva cayendo tres años seguidos hasta un 13'5 %, sacrificando rentabilidad por mantener las ventas y la creación de empleo, creando 1.147 nuevos empleos. Pero no pasa nada, ni hay nada malo en asumir que somos pobres, o simplemente que no somos ricos, pues será esta la única manera de realmente ponernos las pilas en todos los aspectos, y nuestro entre comillas "hambre" nos hará sin duda ser más creativos, más decididos, más firmes, y más despiertos, y será la única manera a que de una vez por todas España se una al carro de la innovación y del futuro y abandone también de una vez por todas la patética y vergonzosa cultura del turismo de melopea, del bareto de la cañita y del copeo de garrafón, e igualmente será la única manera de acabar con la cultura del pelotazo. Y repito: no pasa nada por ser pobres, hay mucha más dignidad, valores y fuerza entre algunos pobres que entre muchos de los ricos.

Para acabar, dejemos nuestro empeño de ser ricos y de tener más a base de hipotecas y más hipotecas, y seamos en conjunto todos mucho más efectivos y sensatos.

Decían los indios americanos: "LOBO HAMBRIENTO CAMINA MÁS RÁPIDO..".