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Lunes, 18 Marzo 2013 17:06

CEC entrevista a Marçal Font, poeta ganador del Poetry Slam y traductor de novela, ensayo y poesía

Escrito por  Publicado en A la carta: Recomendaciones de películas personalizadas

Marçal Font, poeta en el Poetry Slam. Ganador del Poetry Slam Estatal del 2011.

Nacido en 1980. Licenciado en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada por la Universidad de Barcelona. Ha traducido novela, ensayo y poesía. Librero de libro viejo en la Llibreria Fènix. Nuestro equipo estuvo con él, y este es el resultado de la charla que pudimos mantener con él.

Tú, cuando estás frente a un formulario, ¿qué escribes en la casilla que pone oficio? Librero, escritor, filólogo, slammer…

Yo pongo librero, me es más cómodo. Puedes poner que eres escritor pero claro... me gano poco la vida, bueno ahora gano algún duro no te vayas a creer. Estoy contento. No, pongo librero, y si pongo alguna cosa pongo que escribo, no digo que soy poeta.

Sí, ya me ha parecido por cosas que he leído sobre ti que eres bastante humilde.

¿Humilde? No lo sé. Yo tengo mi ego también.

Te digo porque al estar en una librería dentro de tantos grandes uno se debe sentir a veces muy pequeño.

Esta sensación la he tenido siempre. Porque además yo he estudiado Teoría Literaria y entré en la universidad con veintipocos años, y ya entré con una intención concreta. Fui un poco a violar la universidad y a sacar lo que quería porque ya sabía cómo era la universidad: un charco de ranas. Y me inhibió bastante a la hora de escribir. Recuerdo leer a Bequet y me empapé un montón. Aprendes mucho pero a la misma vez… ¿Cómo escribes después de leer eso? Pero más que humilde soy consciente de mi posición.

¿Cuándo piensas en tener una librería?

Toda mi vida he estado entre libros viejos y me he sacado la carrera con libros viejos, en mi familia siempre hemos vivido rodeados de libros. Y a las tiendas y rebuscar…

¿O sea, te pasabas horas en la biblioteca?

En la biblioteca también pero yo soy de librería de viejo. Al final te sacas la carrera y haces algún postgrado del Siglo de Oro y trabajas con manuscritos medievales y claro es que además me gusta mucho la investigación. Y de vez en cuando hago investigaciones a nivel filológico. Y me encanta. Me apasiona. Pero claro a la hora de la verdad te tienes que dedicar a ser profesor y una noche me desperté llorando que estaba soñando que era profesor. Y decidí que no podía serlo de ninguna manera porque me hubiera peleado con todo el profesorado y con todos los directivos. Y entonces decidí que tenía que hacer alguna cosa y es cuando tuve un hijo y decidí tirarme a la piscina. Y empecé vendiendo por internet y desde entonces ya hará siete años. La librería física hace ya dos años. Porque consideré que era necesario por prestigio, y para generar confianza. Y la sorpresa fue que la tienda se justifica por ella mismo.

Ahora me gustaría un poco hablar del Slam… ¿Cuál es tu experiencia?

Todas las cosas tienen sus cosas buenas y malas. A mí del Slam Poetry me gusta el formato. Por muchos motivos, porque ha sacudido todo el ambiente de micro abierto que había en Barcelona. Yo lo conozco desde finales de los noventa y reconozco que el formato era muy carrinclón. Muy de aficionado, que es maravilloso que haya aficionados, pero también de gente que se perpetuaba con los mismos poemas. Vas a las presentaciones de libros y son aburridos de mala manera, gente que has leído su libro y vas y es horroroso. Y en el Slam al intervenir el público es más dinámico y hace que el público se sienta con más poder y se sienta más participe y a la vez el poeta tiene que dar más. Y eso ha tirado para atrás a muchos poetas sobre todo a aquellos del poeta puro, que no se lo cree nadie y me parece una pamplina.

Yo también encontré en el Slam que era muy importante también la persona que lo presentaba. Que energía desprendía.

Hombre es que el Payaso le pone mucha energía. Y cada vez sabe más y es un apasionado y en todas partes funciona un poco así. Por otra parte el Slam es también castrador por los 3 minutos y otra cosa negativa es que ya se escribe para el Slam y eso genera una nueva especie Slam que tiene sus carencias porque busca el efectismo a veces o la figura fácil.

Es que a veces se pierden las palabras eso si es verdad, porque cuando los escuchas tienes que llegar a casa y volverlos a leer los poemas porque sabes que te has perdido cosas

Algunos no se aguantan sobre el papel y otros sí. Pero eso no le quita mérito. Porque si está hecho para la escena y en escena funciona… extraordinario. Tampoco funciona escrito el Buenafuente y en directo algún día te puedes reír mucho.

Cambiamos de tercio. ¿Cuál es la primera vez que subes a un escenario?

No me acuerdo. Porque era pequeño y ya cantaba canto lirico.

O sea que miedo escénico ya nunca.

Siempre. De toda la vida. Me he viciado al punto de miedo, de nervio y de angustia absurda

¿La llevas bien ya?

No (ríe) Pero la llevo.

Ahora estás haciendo, en escena, una pieza escénica “Frutos de Desguace”

Al final ha sido el resultado de todo un trabajo de largos años. El título este ya hace diez años que lo arrastro. Han entrado poemas han salido otros. Pero el último impulso ha salido del Slam, claro. Ha sido ponerlo todo en común, darle un poco de cuerpo y hacer una cosa escénica que sea sólida por ella misma. De 40 50 minutos más no porque no se aguanta. Y la sorpresa es que la gente se queda con ganas de más. Eso es maravilloso y no creo que se le tenga que dar más. Y me he juntado con los Blow que es un proyecto extraordinario de Ferran Besalduch, que son profesores del conservatorio de clásica y el Besalduch que tiene formación de jazz. Ellos se lo pasan muy bien, porque hacen una cosa más lúdica y viéndolos parece fácil. Supongo que no lo es. Y estamos muy contentos porque ahora estamos ganando algún duro y nos quieren en muchos sitios.

¿Hay una fecha concreta?

De hecho muchas. Ahora tenemos en Poblet en junio y en la semana de la poesía seguramente haremos alguna cosa. Seguramente estaremos en el arco de la virgen. Seguro, seguro, el 26 de marzo a Rovadors, un martes que lo lleva el Martí Sales. Enmarcado en una cosa que se llama “DIMARTS GOLIARDS”. Si te lo pide un amigo pues lo haces.

Y en cuanto a la escritura ¿tampoco te acuerdas de cuándo empezaste?

Sí. Escribir siempre porque mi padre escribe novela. Mi padre me recitaba poesía de pequeño. Me recitaba León Felipe..

¿Se lo haces tú a tu hijo?

Sí, se lo hago. Y además el mismo, poesía para niños. Y el también hace. Piensa que su madre también escribe. Es la Maga despistada. Es una chica muy potente en este nivel. Y… Empecé a escribir con 15 años es cuando tuve conciencia que estaba escribiendo poesía. Antes también. Pero a los 15 me caí, estuve a punto de quedarme paralítico y estuve en la cama inmóvil y es cuando cogí la afición a escribir.

¿Has tenido alguna época de parón?

No. Cuando tuve mi hijo, sí, el primer año. Es un puto inferno. (ríe) Bueno infierno no, es maravilloso, pero claro te absorbe tanto que tampoco puedes hacer mucho más. Y después lo vuelves a coger y ya está.

He escuchado por ahí que tu defines tu poesía como de “amor y muerte”

Es una manera de decir que me gusta la poesía de los grandes temas. Al final hay una especie de arquetipos que de alguna manera hacen que los cantos universales de la historia de la humanidad de alguna manera remiten a estos. El amor que nos trae a la vida y la muerte que nos lleva a la otra vida si es que hay otra vida. Seguro que hay más temas. Después hay toda la parte de sátira que también es genial. Pero al final, el amor y la muerte. Pero en la novela también pasa, yo pienso. Porque en los últimos 50 años la gran mayoría de lo que se ha escrito me parece infumable y absurdo y frívola. Toca poco el meollo de la vida.

Un poco que hemos dejado de querer pensar, que queremos cosas más fáciles.

Sí, es como que da pereza según qué. Y después también esta eso de la escritura y de la cosa rápida. Y claro, aunque internet y todas estas herramientas favorecen la escritura pienso yo, es un tipo de escritura para lanzar la palabra porque contra más corta y más rápida mejor. Porque falta paciencia. Uno no puede pretender leer Schopenhauer de 10 páginas en 10 paginas por la noche. No, te tienes que sentar al mediodía y sentarte y tirarte 3 horas y querer sacarle todo el entramado.

Claro es que para disfrutar un poco de un buen libro tienes que tener tu tiempo para leerlo. Y ahora estamos en la cultura del querer ir siempre corriendo

Sí. Y que todo esté en un mismo lugar. Queremos tener todas las experiencias dentro de la misma vida. Y esto es una cosa mucho de la modernidad. Mira en el Libro de los pasajes, Walter Benjamin, ya apunta hacía eso. Y es maravilloso como reflexiona sobre cuando 

empezaron los centros comerciales y las galerías de cómo cambia la actitud de la gente respecto a la posición social dentro de la estructura y como el individuo se libera solo en casa. Yo no sé si es bueno o malo. Aquí ya no entro. Temas morales para los curas.

¿Y tú crees que cambiará esto o ahora empieza a cambiar?

Por supuesto todo cambia. Ahora estamos aquí y seguro que tiene sus cosas positivas. No soy yo antiprogreso para nada. Igual que el e-book también me entusiasma. Me entusiasma lo que se puede llegar a hacer, no lo que se está haciendo. Tardaremos 100 o 200 años quizá. Nos falta el Cervantes todavía del nuevo formato. Pero llegará.

Un poco esto de amor y muerte, es lo que hiciste en el Slam. Un poema que se llamaba Huir y el segundo Nemini parco

Sí, Vida y muerte… totalmente.

A mí siempre me ha gustado hacer una pregunta más íntima sobre la obra del personaje con el que hablamos. En tu caso… y ya sabemos que tienes un poemas sobre eso pero… concreta algo. ¿De qué huyes ahora?

De la mediocridad. Para bien o para mal pero que no sea mediocre. Porque comporta conformismo y comporta una inercia que no lleva a ningún sitio. Como mínimo el riesgo. Y no soporto que en una exposición me muestren el trabajo de un taller. Que me parece maravilloso pero yo luego quiero ver el Gernika. Yo quiero más Gernikas. Tenemos muchos bocetos. Pero no un rollo falso Platón. No. Platón decía que la idea no era idea hasta que no era cosa hecha. Pero falta trabajo y el trabajo pide horas. Y llegar al 70% de calidad de una cosa, es rápido. El 90% requiere un esfuerzo. Y el último 10% es lo que vale, porque te puedes tirar doscientasmil horas y en lo otro te has tirado dos. Pero esas últimas horas son necesarias para tener ese 10% de calidad que hace que brille un trabajo. Cuando quieres que te pongan bien la casa, quieres también el griffi!

Si tuvieras que escoger un poema tuyo... ¿con cuál te quedarías?

La sentencia de la expulsión de Adán. Que lo escribí el 11 de septiembre del 2001. Me acuerdo por eso. No es que sea el mejor seguramente, pero a mí me encanta. Y ahora he empezado a escribir en catalán y estoy muy entusiasmado.

También he leído por ahí que me ha hecho mucha gracia que tus textos “amenazan” con pasar a formar parte de un libro.

Sí, porque siempre me he resistido mucho a editar en papel. Primero porque siempre he trabajado con libros y siempre he tenido muchos amigos que hacen cosas. Y te dan el libro y pienso: ¿Para qué toda esta industria si me lo puedes pasar por mail y lo puedo imprimir?. ¿Para qué nos sirve si luego quedan olvidados y después no se los mira nadie? Yo lo que he acabado viendo es que un video que te cuelga cualquier persona en el youtube lo ven 3000 personas y una tirada de 500 a 1000 ejemplares de poesía ¿cuántos son leídos? ¿cuántos son leídos hasta el final y cuantos son releídos?. Te quedas con 200, al final. Y como con el libro tampoco se hace dinero. ¿Qué sacamos de todo esto? Y entonces la idea siempre ha sido que 

cuando publicara tendría que ser con los poemas recitados incorporando un cd con el recital. De manera que el libro hay algunas cosas que no están recitadas. Pero el cd es el que te pide que cojas el libro y el libro te pide que cojas el cd. Y por eso hay que hacer una grabación y hay una editorial que le interesa y que aceptó esto. Y estamos en el tema grabación.

Y entonces ¿esto tendrá título o todavía no se sabe?

Sí. Frutos del desguace.

Y por último, dado que esto es cultura en cadena, nos recomendarías para que fuéramos a verlo.

El Discordian record que es un sello discográfico y está reuniendo lo bueno y mejor del free jazz que es muy minoritario. Porque son grandes músicos.

Pues muchas gracias Marçal por atendernos. Y seguimos en contacto.