Tercer larga duración de los británicos Cathedral, siguiendo la línea del doom más puro. Para mi gusto, un grandioso disco. Enérgico, potente y entretenido, cuentan con la colaboración de Tony Iommi en uno de los temas, y sólo por eso merece ser escuchado. Pero además hay grandes canciones que te pondrán el vello de punta. Ellos sí saben darle cuerpo a su música. Me refiero a la atmósfera que envuelve cada uno de los temas, algo esencial en el doom metal.Por eso, junto con Candlemass, son unos de los grandes de este género actualmente. La entrada de Brian Dixon a la batería y Leo Smee como bajista en la banda fue lo que marco el nuevo sonido de Cathedral. Su adoracion por los maestros Black Sabbath darian paso a un sonido mas stoner, mas setentero, esos riffs que si no fuera que Tony Iommi ya los inventó todos, quedarian para la posteridad...todo esa mezcla esta impregnada en su álbum "The Carnival Bizarre" de 1995.
Sin duda es el disco que les valió la consolidación hasta nuestros dias. En sus shows dejaban bien claro sus influencias, sus integrantes lucían sudaderas con signos de la banda de Birmingham y la clara imagen de Lee Dorrian estaba inspirada por un look estilo Ozzy Osbourne en tiempos del “Sabotage”. Es el disco más Sabbath que han hecho, por algo fue el mismo Tony Iommi el encargado de “regalarles” algunos de sus riffs para el disco...en lo personal me gusta mucho más este sonido que el de sus dos primeros discos, en donde claramente sonaban más aburridos y tediosos.
La producción también es notoriamente mejor que la de sus anteriores lanzamientos, donde quizás abusaban demasiado de esas distorsiones de guitarra baratas que ensuciaban la grabación y dificultaban distinguir bien todos los instrumentos y conseguir una mezcla equilibrada. Para este trabajo los británicos consiguen un sonido grueso y grave que en ningún momento resulta dañino para nuestros oidos, ni tampoco nos produce dolor de cabeza."Vampire Sun" abre el disco y es un buen tema con miras algo más comerciales de las habituales dentro de su estilo.
Otros temas que sobresalen son la suprema "Hopkins (The Witchfinder General)", una pieza maestra del género con unos riffs muy inspirados en la NWOBHM de finales de los 70 y principios de los 80, grandes cambios de tempo, los típicos duelos guitarreros en los solos y el añadido de extractos de sonido de las películas "Mark Of The Devil" y "Witchfinder General". Aquí la banda realiza un triple tributo o una carambola a tres bandas matando de un mismo tiro no a dos, sino tres pájaros.
Por un lado están la histórica figura de Mathew Hopkins, el personaje del film "Witchfinder General" interpretado debidamente por Vincent Price y por otro la desconocida banda del mismo nombre perteneciente a la anteriormente aludida nueva ola de heavy metal británico (NWOBHM). En "Utopian Blaster" colabora Tony Iommi donde éste ejerce una gran labor y dota al tema de un sonido si es posible todavía más Black Sabbath.
"Electric Grave" es un tema de corte épico con algunos riffs asesinos, en "Night Of The Seagulls" encontramos un marcado aire a lo "Electric Funeral" de los Sabbath, y junto con "Place Of Fallen Majesty" es el tema donde resultan más obvias las características típicas del sonido de sus dos anteriores trabajos. "Inertia's Cave" es un número mucho más doom y pesado con un riff que recuerda vagamente al de "Moby Dick" de Led Zeppelin y en "Blue Light" la banda juega con guitarras limpias y lineas de bajo con bastante groove, lo que aporta un aire interesante a la canción dentro del poco variado campo del doom metal.
"Carnival Bizarre" a parte de dar título al álbum es el tema más largo sobrepasando los 8 minutos, una explosión masiva de cambios, riffs y que acaba con un solo de guitarra a la vieja usanza, de estos que se toma con tranquilidad su tiempo de desarrollo, en una onda muy clásica de los 70. Destacan tambien el riff hiper heavy y arrastrado de "Fangalactic Supergoria" y como curiosidad decir que la versión japonesa del cd contiene el tema extra titulado "Karmacopia".
